En una noche llena de ‘color’ una estrella de destellos ‘morenos’ se posó en tierras vallenatas y vislumbró con sus ‘rayos’ vocales, los que la han hecho toda una figura del arte, ella es Leonor González Mina; ama y la ‘mata’ el vallenato.(Foto: Raúl López/VANGUARDIA)

Con la misma  de sus años mozos, la prodigiosa garganta de ‘La Negra Grande de Colombia’ no da sospechas del octavo ‘piso’, al que pronto se montará su vida, es un indicativo del tesón, disciplina y perseverancia de una ‘negra’ que le quitó la ‘hipoteca’ degradante con la que avasallaban su color.

Esta mujer morena a la que cariñosamente el país conoce como ‘La Negra Grande’, es Leonor González Mina, que por estos días estuvo en Valledupar donde le entregaron un pergamino más, de los cientos que ha recibido en su vida artística y de lucha segregacionista.

Figura todoterreno

Actriz, cantante, folclorista, política, toda una embajadora de la cultura negra ante el mundo, la que con su capacidad le ha puesto más ‘color’ a su perfil, que la ha hecho merecedora de los mejores premios y resaltos.

Más de 30 discos tiene en su haber, de los que al menos le hubiera gustado grabar un vallenato pero dice no fue capaz porque es un ritmo muy exigente y que sólo lo cantaba cuando ella era irresponsable.

“No fui capaz de cantar vallenatos, el maestro Escalona me rogó en varias oportunidades y siempre le respondí que yo no era diestra porque yo no podía darle ese deje tan hermoso que tienen los cantantes de vallenatos”, comenta la artista.

La ‘negra’ manifiesta que los cantores de acá le hacen unas inflexiones muy propias a sus voces que sólo a ellos les luce y que le queda de ‘para arriba’ a una persona nacida en el Pacífico como ella hacer esos tonos.

La visita hecha a Valledupar la semana pasada, no ha sido la primera y confesó que ha venido varias veces, pero siempre lo hizo de incógnita; reiteró que le fascina Valledupar desde el momento en que la ‘flechó’ la gente de acá por su alegría y amabilidad.

Que dejen el ‘lloriqueo’

“Me encanta el vallenato pero como yo soy de la vieja guardia, me inclino por esa música del ayer, y son de mi agrado las canciones de Rafael Escalona, Leandro Díaz, y tocando el acordeón no cambio a ‘Alejo’ Durán, es que su estilo me mata, y por demás hermano de raza”, afirmó emocionada Leonor.

Se vanagloria ‘La negra grande’ al afirmar que el vallenato sin el aporte negro con su caja y tamboras, no tendría el misterio ni la sonoridad que lo hace especial, con la que cautiva cada día más seguidores.

“Yo no sé si me van a matar los compositores e intérpretes modernos, pero por favor no sigan metiéndole esos cantos mexicanos, como rancheras, que no pierdan la honda de lo que es realmente el vallenato; es lógico que los jóvenes buscan darle otra modificación pero acá los que están en ese plan se están equivocando”, aseguró.

Con la promesa de volver a Valledupar ojala cuando se decida a grabar vallenatos, Leonor González Mina se marchó con la satisfacción de haber sido galardona en este tierra por sus congéneres morenas y prometió seguir luchando contra toda la segregación tapada que hay en este país, y que la ha sentido, por eso quiere cada día demostrarle a la gente el potencial que hay en su ser y en el de las mujeres defensoras de su color.

William Rosado Rincones/VANGUARDIA