Valledupar fue una tierra de muchos momentos en su carrera, hoy los seguidores del Joe Arroyo recuerdan momentos anecdóticos para amainar un poco la pena por su partida.(Foto: Archivo/VANGUARDIA)
Hoy cuando la euforia del Mundial de Fútbol acortó el ritual del dolor por la partida del Joe Arroyo, algunos seguidores de verdad no se zafan del ‘nudo’ tormentoso que les agobia por el afecto al músico cartagenero.
Después de su muerte siguen aflorando las anécdotas y las vivencias insospechadas en su trasegar por los escenarios y salas de grabación muchas de ellas acaecidas en Valledupar y con los artistas del género vallenato.
Dentro de los episodios está un lío judicial por incumplimiento de un contrato con un empresario vallenato quien tras una demanda llevó a Joe a detención junto a Fruko que era el director y Wilson Saoko, el otro cantante; la reclusión fue por poco tiempo en la permanente que aún funciona en la carrera tercera de Valledupar.
Otro recuerdo tiene relación con la grabación del tema ‘Yo soy el Folclor’ de Luis Cujia, luego de ver por televisión el movimiento del baile del ‘viejo’ Lucho; a los pocos días llamó su entonces esposa Mary Alonso a Radio Guatapurí para que le contactaran al compositor, tarea que realizó el historiador musical y programador de la emisora, Celso Guerra. Cujia recibió dos millones de pesos y Joe grabó la canción con Emiliano Zuleta Díaz.
Otra vivencia con el vallenato ocurrió en la grabación de los coros del álbum ‘Tierra de Cantores’ de los Zuleta, donde lo llevó el presentador Juan Carlos Rueda y por poco no lo dejan grabar ‘Poncho’ y Emiliano, pues lo conocían era como vocalista tropical; durante esa estancia en Medellín lo alojaron en la misma habitación con el compositor Armando Zabaleta quien al día siguiente pidió que lo cambiaran porque el negrito que habían llevado de corista no lo dejaba dormir con sus parrandas.
La canción ‘Ella y tú’ de ‘Pipe Peláez, la grabó cuando se tropezaron en un estudio de la Sony en Bogotá, salía de éste cuando encontró a Peláez cantándola, de inmediato se enamoró, se la pidió y terminó siendo uno de sus éxitos más brillantes.
Pocos días antes de su muerte se había reunido con ‘Pipe’ al que se disponía a grabarle un segundo tema en el álbum que estaba preparando, el cual pretendía vocalizar a dúo con el cantor guajiro.
William Rosado Rincones/VANGUARDIA
