En medio de un ambiente típico de la región, con mecedoras, helechos y corales, se desarrolló el conversatorio en homenaje a Jorge Oñate, Poncho Zuleta y Diomedes Díaz.

Anécdotas desconocidas, en torno a la vida musical de Jorge Oñate, Poncho Zuleta y Diomedes Díaz, fueron reveladas en el conversatorio que rindió tributo a estas figuras del folclor.

Como un genio de las locuras fue catalogado ‘El jilguero de América’ en su adolescencia por Thomas Darío Gutiérrez, rememorando que Oñate en el colegio era un joven que no paraba de hablar, que se volaba del colegio para aprenderse las obras de los compositores de la época y luego cantarlas en todo momento.

Por su parte, Jaime Pérez Parodi, quien fue animador del cantante oriundo de La Paz, evocó sus inicios artísticos. “Los toques no superaban los 15 mil pesos, nos bajamos en hoteles de una o dos estrellas. Él parecía más un artista de bolero que de vallenato, puesto que era flaco y portaba cabello largo”, manifestó Pérez Parodi.

Tanto Tomás como Jaime coincidieron en afirmar que Oñate poco fue ascendiendo, convirtiéndose en el primer cantante que se desligaba del acordeón.

Como un hombre de muchas pilatunas fue denominado ‘El Pulmón de Oro’ por Julio Oñate Martínez, mencionando que llegaba gageando a la Caja Agraria de Valledupar para cobrar las regalías de su hermano Emiliano y que andaba en su camioneta con un hierro de marcar animales, concretando las promesas de sus seguidores.

“Su finca se llenó de vacas, caballos, cerdos, pavos reales, entre otros animales, regalados por amantes de su música”, aseveró Oñate Martínez.

También mencionó que en las primeras grabaciones de Zuleta se evidenciaba una cierta ronquera originada por fibrosis en su garganta, que luego de ser operada logró niveles de voz poco escucha en la región por su potencia.

Carcajadas, ojos aguados y rostros ruborizados fueron algunas de las reacciones de Oñate y Zuleta, quienes lamentaron la ausencia de Diomedes Díaz en el evento.

Los Niños del Vallenato del ‘Turco’ Gil fueron los encargados de cerrar con broche de oro el conversatorio, con breves intervenciones del ‘Pulmón de Oro’ y ‘El Jilguero de América’.

Trapitos al sol

Oñate dijo en público que “mi compadre Zuleta es un poco sinvergüenza, su vida ha sido algo desordenada al igual que la de Diomedes, pero él sabe que lo quiero mucho, que él es mi cantante”.

Por su parte, Zuleta recordó cuando conoció a Oñate, percibiéndolo como alguien ‘enchochao’ y jaquecito, que se le acercó diciéndole “tu crees que eres el único que sabes cantar”, demostrándole sus grandes aptitudes musicales.

Sobre Diomedes

Luis Mendoza Sierra expuso apartes de la vida de Diomedes Díaz, asegurando que este tuvo una infancia muy pobre; fue vendedor de chivos, utilero de músicos y luego se alzó en el vallenato.

“‘El Cacique’ es un ejemplo de superación, es una mezcla de genio y locura, un ser indescifrable, un ser tímido que cubre este defecto con una especie de soberbia”, enfatizó Luis.

ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/Vanguardia