Inmensas filas de niños y niñas se percibían en la plaza principal de Valledupar a raíz de la convocatoria del Factor XS. (Foto: Raúl López/VANGUARDIA)
Largas filas creadas desde la madrugada, cientos de niños y niñas entre los 8 y 15 años ilusionados por demostrar sus aptitudes artísticas, padres que respaldaban el sueño de sus retoños y decenas de observadores, era parte del panorama del lugar.
El inclemente sol no fue excusa para que los pequeños artistas desistieran. Protegidos con sombrillas o trapos, ingiriendo constantemente líquidos hacían más llevadera la jornada.
La gran recompensa de los infantes era llegar hasta la carpa de los jurados para que apreciaran el repertorio preparado, así como sus voces y expresión corporal.
Poco importó perder un día de clase en aras de un sueño: convertirse en artistas del canto y la música, reconocidos en la pantalla chica.
Hasta el cierre de esta edición continuaba el proceso de inscripciones y audiciones. La idea era seleccionar a los más destacados, quienes viajarían posteriormente a Bogotá para ser analizados por José Gaviria, Marbelle y Juan Carlos Coronel. Vanguardia
