Lolita Acosta

Lolita Acosta

Con preocupación la Fundación AVIVA (Amigos del Viejo Valle de Upar) observa cómo la última esperanza de que Valledupar tenga un Plan Especial de Manejo y Protección del Patrimonio (PEMP) se está desvaneciendo.

De nada sirvió el último intento de la administración actual pues si bien hizo el esfuerzo de pedir una ampliación en tiempo para la liquidación por mutuo acuerdo del convenio interadministrativo 1069 de 2005 celebrado entre el Departamento del Cesar, el Municipio de Valledupar y el Ministerio de Cultura, no tuvo la fuerza suficiente para cumplir con el envío de la documentación requerida dentro del plazo otorgado que fue hasta el 30 de marzo, fecha que marcó el final de la esperanza, viéndose ya el Ministerio en la necesidad de exigir la devolución de los recursos no invertidos más los rendimientos financieros. Pero no sólo esto, si no que también el Ministerio le anunció a nuestro alcalde que, en dichas circunstancias, “el proceso contractual para la formulación del PEMP del Centro Histórico de Valledupar y su zona de influencia no es posible, queda suspendido y los recursos serán asignados a otro Centro Histórico”. Esto, si el Ministerio no acepta el nuevo plazo solicitado por el alcalde que, al parecer, sería de 15 días más.

Tal fracaso es la consecuencia de una serie de actitudes de negligencia e indolencia por parte de las desafortunadas administraciones que han tenido Valledupar y el Cesar desde el año 2003, año en que se logró la firma de un convenio con la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura para que Valledupar tuviera lo que en derecho le corresponde por ser una de las ciudades más antiguas de Colombia, donde, precisamente por no tener un PEMP, paulatinamente se ha ido menguando la sustancia colonial de su Centro Histórico.

A finales del año pasado, AVIVA hizo un ligero censo de esos últimos atropellos que se suman a los muchos otros cometidos en el pasado:

1) En la calle 16 entre carreras 7 y 8 demolieron un tejado colonial

2) En la calle 14 con carrera 5 se está cayendo una casa del siglo XVIII, con viga marcada que certifica su antigüedad

3) En la calle 15 con carrera 7 se cayó la cubierta de la casa colonial de la familia Baute y se colapsó el Teatro Cesar, otrora hito cultural de la ciudad

4) En la calle 15 con carrera 6, parte del techo de la casa del Dr. Pupo colapsó

5) En la calle 15 entre carrera 7 y 8 han cambiado varios techos coloniales por láminas de asbesto o de zinc

6) En la carrera 6 con calle 14, a la salida del callejón, se construyó una casa de dos pisos, adyacente a una pared colonial de la familia Valle Cuello

7) Los Centros de Manzana poco a poco vienen desapareciendo usurpados por sus vecinos

8) La casa colonial de don Evaristo Gutiérrez Araújo, en la calle 15 entre carreras 4 y 5 desapareció

La presidenta de AVIVA, Alba Luz Luque, recuerda cómo el cambio en las delimitaciones del Centro Histórico en el año 2000, cuando el Ministerio de Cultura hizo la declaratoria y separaron el Centro en una zona fundacional protegida y otra de influencia prácticamente desprotegida, “han sido funestos para la conservación de nuestro patrimonio cultural material, porque ha contribuido al caos del Centro Histórico, a la pérdida de incentivos y a la falta de autoridad y competencia con nuestro patrimonio material”, y una vez más exhorta a la autoridad municipal a que, en vista de que no habrá PEMP, retome el instrumento jurídico que le da el Acuerdo 039 del 9 de septiembre de 1993 para defender lo que en su artículo 17 está definido como Centro Histórico, cuáles son las manzanas que ameritan protección, qué es lo debemos conservar y en qué forma, Acuerdo éste que a pesar de que no ha sido derogado ha pasado a ser letra muerta.

Tal como se lo ha dicho a los sucesivos alcaldes que ha tenido Valledupar en los últimos años, AVIVA le manifiesta al doctor Fredys Socarrás que: -“Si existe la voluntad política y su oficina quiere hacer uso de este instrumento jurídico vigente, se podría frenar e impedir el desastre de nuestro Patrimonio material que año tras año se va mermado. Nuestra Fundación está dispuesta ayudarle en lo que usted estime conveniente”.

AVIVA tiene un compromiso firme, serio y definitivo por hacer del Centro Histórico de Valledupar un lugar de atractivo turístico pero ante todo agradable para vivir y visitar por parte de la comunidad valduparense. Es por esto que restauró, con la ayuda de la comunidad, de los cantautores vallenatos y algunas empresas de la ciudad, una de las casitas de bahereque que enmarcan la entrada al Callejón de la Purruturú por la calle 14, que ya funciona desde el año pasado como centro cultural y artesanal, donde en cada luna llena se reúnen los poetas y declamadores de más prestigio local. Allí funcionará en breve el Centro de Memoria y será la base del Museo del Viejo Valledupar.

Lastimosamente la segunda parte de este proyecto llamado Portal de los Callejones en este momento se encuentra paralizado por la negativa de la propietaria de la casita de bahareque que falta por restaurar a dejarse colaborar como si lo hizo la propietaria de la primera de ellas, la señora Mercedes Vega, quien está muy satisfecha por los beneficios recibidos.

Si la Fundación AVIVA no recibe de la propietaria de la otra casa un compromiso firmado de que ésta podrá ser utilizada para tener eventos ocasionales con los valduparenses y los visitantes, entonces AVIVA utilizará los fondos recolectados en la Noche de Cantautores 2011 enfocándose ahora a la restauración de la Casa de la Purruturú, personaje que le da nombre al callejón donde se encuentra ubicada. La Junta Directiva de AVIVA espera encontrar numerosos y calificados aliados en la añorada restauración y divulgación de los callejones y centros de manzana que son parte ancestral de nuestra cultura vallenata.