Con la calidez, alegría y sencillez que la caracterizan, Lucy Vidal Luque cantó la tarde del miércoles para las mujeres y en especial para las madres de la ciudad.
Ella, junto con su acordeonero Ildemaro Bolaño, interpretó en un centro comercial de Valledupar los principales éxitos de sus producciones discográficas, demostrando la imponencia y versatilidad de su voz.
En los intermedios de las canciones develó algunos pormenores de su vida artística y personal, asegurando que imprime calidad de tiempo y mucha pasión para lograr combinar sus roles de fiscal, cantante, profesora, mamá, hija, esposa y amiga.
Vidal, quien lleva cerca de 16 años en la administración de la justicia, aseveró que “cantar es una forma de oxigenar mi alma; mi trabajo como fiscal va agotando un poco el espíritu porque debo enfrentarme a diario con casos de delincuencia. A través del canto me relajo y logro una estabilidad dentro de mi hogar puesto que mi esposo también trabaja con la justicia”.
Para Lucy, sus aptitudes artísticas significan un talento que Dios le regaló para que tomara un respiro dentro de la labor difícil que asume.
“La música para mí lo es todo, es el alimento del alma. La vida sin música no tendría sentido”, enfatizó la cantante que en un gesto de admiración obsequió rosas a las féminas que asistieron al evento.
