Buenos Aires, 21 ago (PL) La presidenta Cristina Fernández afirmó hoy en esta capital que la obra pública lejos de detenerse se va a intensificar, porque la intención de su gobierno es propiciar el desarrollo de todos los argentinos.
No nos sirve el desarrollo de unos pocos, sostuvo la dignataria al intervenir en el acto de llamado a licitación de dos represas en la sureña provincia de Santa Cruz, las cuales -dijo- van a ayudar a transformar el país y la región.
En su alocución, Fernández defendió la política de subsidios y puso de relieve la importancia de la construcción.
Cuando todo es tan volátil en este mundo, la inversión en ladrillos «es una de las cosas más segura y pasa a ser un verdadero instrumento de ahorro», acotó.
Respecto a las dos represas, que serán nombradas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, y se construirán ambas sobre el río Santa Cruz, precisó que aportarán mil 740 megawatts de potencia y demandarán una inversión de 21 mil millones de pesos (más de cuatro mil millones de dólares).
Con estas nuevas obras hidroeléctricas estaríamos generando una importantísima actividad que tiene que ver con la extensión de la frontera agropecuaria, pues permitirán regar toda la Patagonia, señaló.
Estamos haciendo un gran esfuerzo para transformar la matriz energética de Argentina, aseguró la jefa de Estado y aludió también a la terminación, a fines de este año, de la que consideró como «la obra de transporte más importante que interconecta a la Patagonia».
Cristina Fernández destacó asimismo que mientras en toda la historia del país hasta 2003 se habían construido ocho mil kilómetros lineales de redes de transporte eléctrico, solo en los últimos nueve años se construyeron cinco mil 500 kilómetros de líneas de alta tensión.
El llamado a licitación pública internacional fue hecho en un céntrico hotel porteño por el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, quien subrayó que del 2003 a la fecha la inversión pública se multiplicó 47 veces.
Precisó por otra parte que las obras licitadas tendrán un plazo de construcción de cinco años y demandarán al consorcio empresario que resulte ganador una integración mínima de un 30 por ciento de participación nacional.
La licitación, que se extenderá en fecha próxima a Brasil, China y Rusia, se enmarca dentro de las obras previstas en el Plan Energético Nacional 2003-2019.
