Entre Otras  Cosas…

 Por: Darío Arregocés Baute

De la respuesta dada por el señor Procurador Alejandro Ordoñez, a la propuesta hecha por el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, surge la interrogante que sirve de mote al presente artículo, en relación a la propuesta de Petro, en el sentido de crear unidades móviles de consumo controlado de alucinógenos, como estrategia frente al problema de las drogas ilícitas.
La idea, a mi juicio -y por decir lo menos-,es exótica y habría que analizarla con el cuidado que el caso amerita, pues se trata de un problema complejo y con demasiadas aristas, una de ellas, la constituye el creciente número de adictos, que – sin lugar a dudas- afecta directa e indirectamente el tejido social. Considero que adelantar un programa de estas características, requiere de un consenso supra nacional,  es decir la sola voluntad del burgomaestre no sería suficiente, pues haría falta el concurso de las naciones que  eventualmente sufren el flagelo del narcotráfico, lo que equivale a decir en buen romance que: “una golondrina no hace verano”.
Ahora bien, lo planteado por Gustavo Petro,  puede generar toda la polémica que se quiera, pero lo cierto es que la adicción a las drogas continúa y los datos estadísticos son realmente preocupantes, pues revelan que en Bogotá hay 7.000 adictos al bazuco perteneciente a los estratos 1, 2 y 3, y 9.000  dependientes a la cocaína, asimismo se ha logrado establecer que el 15% de los homicidios ocurridos en el 2011 se relacionan con drogas ilícitas y la verdad es que desde los diferentes estamentos, es poco lo que se hace para por lo menos mitigar eficazmente la situación, por no hablar de las casi inexistentes  políticas de prevención al consumo.
Empero, son muchos los enfoques que se le están dando al problema de las drogas en Latinoamérica y cada país lo está enfrentando a su manera, es así como en Ecuador, a través de la Constitución de 2008 se establece que el consumo de drogas es un problema de salud pública y en ningún caso se permitirá su criminalización; México en el 2009 despenalizó la tenencia  de pequeñas cantidades de droga para uso personal,  Brasil lo hizo en el 2006 sustituyendo la prisión por medidas educativas, en Argentina este año se estudia la despenalización del cultivo de marihuana y la reducción de penas para ofensas menores, y en el Uruguay, el Presidente José Mujica, acaba de enviar al Parlamento de esa nación un proyecto de ley que busca la legalización de la marihuana,  y manifestó textualmente:
“Pensamos que la prohibición de ciertas drogas le está creando más problemas a la sociedad que la droga misma”. A lo anterior podríamos agregar que en la pasada VI Cumbre de Las Américas, el Presidente anfitrión, Juan Manuel Santos, puso sobre la mesa de discusión el tema del narcotráfico, con la esperanza que el debate condujera a una solución concertada entre todos los países del hemisferio, no obstante este tema como muchos otros, pasaron con más pena que gloria en el mencionado evento, aplazándose indefinidamente la discusión abierta, franca y democrática, de un problema que requiere soluciones urgentes y eficaces.
Los reparos del Gobierno Santos a la propuesta de Petro, se fundamentan en los Tratados Internacionales suscritos por Colombia, que prohíben al Estado proporcionar drogas ilícitas. Con lo anterior queda claro que el escenario natural para debatir este tema es a través de las cumbres internacionales, donde se hagan pronunciamientos y se tomen decisiones concertadas, que tengan incidencia directa en el plano nacional.

LA NOTA DE CIERRE:Finalmente y gracias a la gestión de Bancolombia y Servibanca, el aeropuerto Alfonso López Pumarejo, desde hace aproximadamente un mes cuenta con dos cajeros automáticos, solicitud que de manera reiterada hice a través de esta columna. ¡Enhorabuena!.
darioarregoces@hotmail.com