BITÁCORA

Por: Oscar Ariza Daza

Hace algunos años se comenzó a promocionar el norte de Valledupar como la zona que tendría el mayor desarrollo urbanístico de la ciudad. El auge en la construcción de una decena de conjuntos residenciales hacía pensar en la prosperidad de la zona; en un sector exclusivo y dotado de toda una infraestructura urbanística que lo convertiría en un lugar agradable y seguro para vivir.

Quienes habitan esa zona, comprendida por conjuntos residenciales como: Rosario Norte, María Camila Norte, Villa Ligia I, Villa Ligia II, Villa Ligia III, Villa Ligia IV, Club House, Atlantis, Balcones de Santa Helena, la Castellana y Altos de Comfacesar, entre otros, hoy padecen la indiferencia tanto de los constructores, curadurías urbanas y autoridades municipales, que en su momento permitieron y siguen permitiendo la proliferación de estos proyectos de vivienda sin una debida planificación vial.

El único acceso a la zona es a través de la calle 1ª, una vía que, además de ser estrecha y como tal insuficiente, debido a la alta movilidad que se genera especialmente en la horas pico, se ha convertido en un verdadero peligro al transitar, pues los huecos y las rupturas constantes al pavimento por parte de las empresa de servicios públicos, entre otros factores, producen represamiento.

Es inaceptable que un sector en donde habitan miles de personas sólo cuente con una ruta de acceso, sobre la que muchos conjuntos tienen su entrada y su salida, lo que agrava la situación, pues causa mayores trancones y accidentes. Desde hace algunos años, especialmente durante la época de invierno, quienes transitamos esta vía, padecemos por la inundación de la acequia que desborda su cauce con cada aguacero, causando estragos a los vehículos que por allí se desplazan.

Como si fuera poco, inexplicablemente se construyó sobre este sector residencial el colegio de Comfacesar, Rodolfo Campo Soto, un megacolegio, que hoy tiene en jaque la movilidad del sector, pues el tránsito alcanza un nivel crítico en el horario de entrada y salida de clases. Las puertas de esta institución están precisamente sobre la calle 1 desde donde llegan y salen cientos de vehículos que agravan el embotellamiento diario.

Es inconcebible que no haya regulación de tránsito constante en una vía tan congestionada y peligrosa. Algunas veces, uno que otro policía ayuda a controlar el flujo de vehículos en la intersección de la carrera 23, a medida que aumenta la larga cola que desde el Colegio busca salir de la zona; mientras el resto de la vía es un caos.

Los trancones en esta calle no cesan a ninguna hora, pues sólo es cuestión que los carros repartidores de refrescos, cerveza o leche, sin ningún grado de conciencia civil, se apuesten sobre un carril a aprovisionar a la tienda ubicada en Rosario Norte, para que el embotellamiento tome grandes proporciones, sin que nadie haga nada. Se ha vuelto una mala costumbre parquearse sobre esta vía arteria ante la ausencia de las autoridades de tránsito.

Ahora, los vendedores ambulantes de queso, gasolina y frutas también se han apostado sobre esta calle, de tal forma que entre ellos y los compradores que irresponsablementese parquean sobre la vía, terminan por aumentar el problema de movilidad.

Desde esta columna hacemos un llamado a las autoridades municipales, a través de la Secretaría de Planeación y de la Secretaría de Tránsito, para que actúen con prontitud, para darle solución a este grave problema que cada día aumenta por falta de control, pues los habitantes de esta zona tienen derecho a vías dignas, sin peligros y sin amenazas a la seguridad.

Sería bueno que nuestros impuestos se vieran reflejados en el mantenimiento a la vía, pero sobre todo en su ampliación. La ciudadanía necesita sentir que las autoridades exigen a las constructoras el cumplimiento de la normas técnicas en cuanto a vías de acceso, porque sería desastroso que frente a la necesidad de una evacuación masiva, del sector, nuestras vidas corrieran peligro, porque quienes deben garantizar la seguridad, no les ha interesado lo que allí pueda suceder.

arizadaza@hotmail.com Twitter: @Oscararizadaza