Naciones Unidas, 25 sep (PL) La presidenta argentina, Cristina Fernández, demandó hoy aquí al gobierno británico sentarse a dialogar sobre la cuestión colonial de las Islas Malvinas y desmilitarizar el Atlántico Sur, preservado hasta ahora como una región de paz.

Fernández formuló el exhorto al intervenir en el 67 período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con un discurso en el cual rechazó además las amenazas lanzadas contra su país por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Recordó que en enero del próximo año se cumplirán 180 años del despojo de que fuera víctima Argentina por parte del Reino Unido al apropiarse ilegalmente de las Malvinas y subrayó que Londres no sólo no ha cejado en su empeño colonial, sino también se niega a discutir el tema.

No pedimos que digan que tenemos razón, sino sólo que se sienten a dialogar -cumpliendo numerosas resoluciones de la ONU- y procedan además a desmilitarizar el Atlántico Sur, manifestó.

Respecto a la amenaza de «sacar una tarjeta roja» a Argentina lanzada ayer por la titular del FMI, Christine Lagarde, la dignataria subrayó que su país «no es un cuadro de fútbol, es una nación que toma soberanamente sus decisiones» y que no va a ser intimidada por el organismo internacional.

Esto no es un partido de fútbol, sino la crisis económica y política más grave desde la década del 30 del pasado siglo, dijo y enfatizó que si de todos modos insisten en hacer comparaciones con ese deporte, el rol del presidente de la FIFA es más satisfactorio que el de los directores del Fondo.

La FIFA, apuntó, celebra con éxito cada cuatro años las Copas Mundiales, el FMI viene tratando de organizar la economía desde los años 80 y no lo logra, ni tampoco hace ninguna autocrítica al respecto, apreció.

En ese sentido, Fernández llamó la atención sobre la falta de liderazgo para enfrentar la crítica situación internacional y advirtió que pretender solucionar los problemas con las mismas recetas que los provocaron es absurdo.

Estamos ante un mundo nuevo que exige liderazgos creativos, valoró la mandataria, quien consideró de suma importancia replantearse los errores cometidos, pues si la crisis se prolonga generará problemas institucionales y políticos.

En otro tramo de su discurso, se refirió a la situación en el Medio Oriente y abogó por la necesidad y el reconocimiento de un Estado palestino, criticó los programas de ajuste que se están aplicando en Europa y deploró la falta de regulación en los movimientos de capitales.

Como en anteriores intervenciones ante la Asamblea General de la ONU, también abordó el tema del atentado contra la Asociación Mutual Israelí en Argentina en 1994 y anunció un encuentro aquí entre el canciller argentino, Héctor Timerman, y su par iraní, Alí Akbar Salehi, para dialogar sobre el asunto.

Dijo esperar resultados positivos de esas pláticas y aseguró que cualquier propuesta de Irán será consultada con los familiares de las víctimas de la tragedia, así como con todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria.

Por último, indicó que en el período 2013-2014 Argentina ocupará un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y lo hará -sostuvo- en representación de todos los países que aspiran a la paz como un valor universal que se construye a través de la verdad, la justicia y la igualdad.