Panamá, 5 mar (PL) Los camiones cargados con contenedores varados en Paso Canoa a uno y otro lado de la frontera de Panamá con Costa Rica suman ya más de 800 y las pérdidas ocasionadas son millonarias, según los transportistas.
Los choferes costarricenses protestan contra lo que llaman arbitrariedades de agentes del Sistema Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront) que, según ellos, les obligan a pagar multas en el momento por dudosas infracciones y si no pagan les quitan las llaves de los camiones.
De la parte panameña justifican las medidas y señalan que en los retenes que se efectúan en Paso Canoa participan además la Aduana, Migración, Tránsito e Interpol.
Roger Mojica, comisionado de Senafront, dijo que las medidas de seguridad que protestan los ticos son las que regularmente se utilizan, y explicó que su objetivo es verificar si la mercancía que entra a Panamá es la que se indica en los documentos.
Añadió que el trámite se le aplica a todos los camioneros nacionales y extranjeros que transitan por la frontera y no solo a los ticos.
Mojica confirmó que ha recibido quejas de los camioneros panameños que son víctimas de robos en la parte de Costa Rica y que cuando el camión no tiene mercancía, igualmente tienen que esperar hasta un día para poder llegar a su destino.
Los camioneros costarricenses endurecieron su posición al cerrar con sus vehículos los accesos viales y solo los apartan para dar paso a autos particulares y turistas. Sus voceros dijeron que están a la espera de la apertura de un diálogo entre autoridades de ambas partes que ponga fin al conflicto.
Hay varados, además, camiones de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, muchos con carga perecedera, como alimentos.
