La cera del Madame Tussauds, un honor solo para celebridades

Ambas figuras, tanto la de Shakira como la Sofía Vergara, pueden visitarse en el Museo de Cera de Madame Tussauds, en Nueva York.

El Museo de Cera de Madame Tussauds es una marca registrada a nivel mundial.

Este espacio cuenta con sedes en Nueva York, Hong Kong, Shanghái, Las Vegas, Hollywood, Ámsterdam, Washington, Berlín, Sidney y Victoria.

El popular sitio siempre es reseñado por las principales agencias de turismo del mundo y visitado a diario por miles de fanáticos en busca de tomarse una fotografía con estrellas de cine, cantantes, deportistas y líderes mundiales que han sido inmortalizados en cera.

Esta semana la noticia que acaparó la atención mundial fueron las dos figuras de cera de Sofía Vergara presentadas en el museo en Nueva York al mundo entero. Sin embargo, Sofía no ha sido la única colombiana en conseguir este logro, también Shakira, en el 2003, fue replicada en cera con el vestuario de la popular gira Tour de la Mangosta, con la cual realizó más de 61 conciertos internacionales.

Dos barranquilleras a raíz de su popularidad consiguen ser íconos en uno de los museos del entretenimiento más importantes del mundo.

Madame Tussauds continúa regularmente añadiendo figuras a su colección que reflejen el sentir de la opinión pública contemporánea.

Entre las figuras más populares están las de Madonna, Barack Obama, Angelina Jolie, Justin Bieber, Lady Gaga, Rihanna, Beyoncé, Michael Jackson y Gandhi, entre otros.

Del horror al brillo. No obstante, las luces y el glamour del que goza hoy en día el museo nacieron en medio de una época destinada al terror.

Su creadora, Marie Tussaud, aprendió del doctor Philippe Curtius, médico experto en modelismo en cera, este arte cuando era su ama de llaves.

Esta menuda mujer con carácter de hierro que vivió hasta los 86 años tuvo mucho tiempo para perfeccionar su obra.

A los 17 años de edad, se convirtió en profesora de arte de la hermana del rey Luis XVI en el Palacio de Versalles y durante la Revolución Francesa tuvo un papel clave en los momentos de mayor oscuridad.

Tussaud fue arrestada durante el Reinado del Terror y hasta su cabeza fue afeitada, como preparación para su ejecución en la guillotina. Pero gracias a su mentor Curtius y a su familia, fue puesta en libertad.

Tussaud fue empleada apresuradamente para hacer máscaras de la muerte de las víctimas de la guillotina, entre ellos, algunos personajes de la época más violenta. Marié tuvo que modelar las máscaras de Luis XVI, María Antonieta, Marat y Robespierre.

Sus figuras mortuorias se levantaron como banderas revolucionarias y desfilaron por las destruidas calles de París.

Como recuerdo de aquella época, el museo todavía guarda una sección titulada “La cámara de los horrores” con ejemplos de cómo Madame Tussaud hacía su trabajo en aquel tiempo.

Cuando Curtius murió en 1794, dejó su colección de obras de cera a Marie.

En 1795, se casó con François Tussaud. Marie era ahora conocida como Madame Tussaud y se muda con su colección a Londres. El museo Madame Tussauds empezó como una exposición que recorría Londres, donde su entrada costaba seis peniques. Más tarde, el museo se trasladó a su actual ubicación en Marylebone Road, en Londres, en 1884.

De carne y hueso a la cera. El proceso para hacer una figura es casi un misterio, que comienza con la cera a partir de las moléculas que se obtienen mediante un proceso esterificación, una reacción química entre un ácido carboxílico y un alcohol.

Antes de cualquier proceso, la cera en su condición natural, es extraída de los panales de las abejas.

800 horas de trabajo lleva terminar una figura de cera que es creada por un ejército de escultores. Al personaje famoso se le toman más de 250 mediciones. Luego, los escultores utilizan las medidas y las fotos para hacer un modelo de arcilla de la cabeza y se crea un esqueleto de metal del cuerpo al que se le añade la arcilla para darle forma. Se realizan los moldes que son llenados con cera caliente dejándola enfriar y endurecer. El cabello es un trabajo que toma varias semanas, dado que cada pelo se inserta de forma individual para darle un aspecto más real. Luego se añaden los dientes y los ojos y comienza el proceso de dar color a la figura con una pintura hecha a base de aceite. Esta aplicación se realiza en capas para obtener un color, un aspecto y una textura más real.