argentina-banderaPor Martin Hacthoun

Buenos Aires, 6 ago (PL) A juzgar por encuestas y analistas políticos a cinco días de las elecciones primarias, el Frente para la Victoria (FpV), de Cristina Fernández, pese a afrontar dificultades en los grandes distritos, prevalecerá como primera fuerza política a escala nacional.

El sufragio interno del próximo domingo servirá para definir los candidatos que disputarán la mitad de los escaños en la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, y a su vez para definir más el cuadro político del país.

Según comenta el diario Página 12, el FpV enfrenta en los diversos distritos del país a partidos o alianzas distintas

-algunas creadas a la sazón del advenimiento electoral- de carácter local, pero ninguna de esas formaciones tiene alcancen nacional.

De ahí, que tomando el conjunto del país, solo habrá una fuerza en condiciones de recoger un porcentaje importante de los votos, y esa es la visión que tienen los analistas que trabajan tanto para el oficialismo como para la oposición.

Alberto Fohrig, politólogo y docente de la Universidad de San Andrés, escribió en reciente comentario que incluso se pueda dar en los comicios de octubre la paradoja de que el oficialismo pierda la elección en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito del país. Y, sin embargo, gane diputados y su bloque se expanda.

«Por lo tanto, no habrá un escenario de catástrofe ni de ingobernabilidad para el kirchnerismo sino uno parecido y hasta un poco mejor, que en 2009», sostuvo el analista.

La entrada de Sergio Massa, el intendente de Tigre y exjefe de Gabinete de Cristina Fernández, complicó las opciones para el FpV en el mapa político bonaerense -más bien le creó un desafío mayor-, pues como todo lo nuevo llamó la atención.

En torno a su flamante Frente Renovador (FR), grupos de interés, empresarios y hasta sindicalistas, inclinados a una renovación opositora dentro del peronismo, han buscado acomodo político, y sin decir mucho arrancó con un techo del 35 por ciento de la preferencia del público de esa provincia.

No obstante, al no perfilarse desde un principio como claro opositor, perdió apoyo de la derecha fuerte, y al hacerlo, entonces, sufrió un éxodo de peronistas.

Incluso, los medios opositores en su estrategia anti-Cristina lo presentan como la única alternativa al FpV, rejuego similar al que hicieron para las elecciones del 2009 para beneficiar al entonces candidato de la derecha conservadora Francisco De Narváez, hoy reemplazado por Massa, advirtió el sociólogo Artemio López.

Tal táctica mediática, combinada con la lógica atracción de la novedad, dieron al exfuncionario presidencial una arrancada triunfal, pero a tres semanas de campaña, sus opciones hoy van a la par de las de Martin Insurralde, el principal candidato del FpV en la provincia, reflejan sondeos.

A lo que sucede en territorio bonaerense se le puede aplicar el axioma: «cuando el carro anda, los melones se acomodan», opinó el director de la consultora Equis.

A juicio de López, en la provincia de Buenos, que aporta el 38,1 por ciento de votos nacionales y en la que está en disputa 35 escaños, habrá un final abierto en la elección a diputados nacionales.

En esa contienda, el FpV tiene un piso de 35 por ciento, el FR por sobre el 30 por ciento de los votos y el Frente Cívico y Social con Margarita Stolbizer en torno al 20 por ciento. De Narváez, esmerilado por Massa, anda por 10 por ciento y cayendo.

López, Fohrig y Página 12 señalan, cada cual por su lado, que en las elecciones de 2009, las peores del FpV aunque logró salir a flote, el país estaba golpeado por la crisis financiera global y no existían los programas de beneficios sociales y laborales, contexto que cambió ahora para uno más favorable.

Para Página 12, el oficialismo mejoraría su situación en la cámara baja, tal vez con diez bancas más, y mantendrá las que tiene o perderá un par en el Senado, y argumenta que los diputados que renueva el kirchnerismo son los obtenidos en su peor elección, la de 2009.

«Lo que ocurra en el principal distrito le dará un tinte a toda la elección», señala el diario, y observa que en la Capital Federal, segundo distrito de importancia del país, la derechista Propuesta Republicana (PRO), del gobernador local Mauricio Macri, es favorita, pero hay indicios de que se le puede complicar la elección.

Hace cuatro años, el FpV alcanzó el 11,63 por ciento de los votos y quedó en cuarto lugar detrás del PRO, Proyecto Sur y el Acuerdo Cívico y Social. La previsión ahora es que conseguirá bastante más del 20 por ciento; es decir, duplicará su porcentaje y obtendrá más bancas en la Cámara baja.

El panorama en la ciudad muestra al PRO arriba, con el FPV en segundo lugar y el resto va detrás. De todas formas, faltan siete días para las primarias y algo más de dos meses y medio para las legislativas del venidero 27 de octubre.