Montevideo, 22 ago (PL) La relación con América Latina del intelectual portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura en 1998, era muy fuerte, aseguró hoy aquí su viuda, la periodista y traductora española Pilar del Río.
Saramago decía que nosotros nos hacemos a nosotros mismos, por los caminos que vamos tomando. Y él también de alguna manera eligió este continente. Era el lugar donde más venía, el que más le hacía reflexionar, el que más sentimientos le provocaba. Y fue su último viaje, dijo Del Río.
La también escritora y presidenta de la Fundación Saramago dicta varias conferencias en Montevideo, donde acaba de ser nombrada Visitante Ilustre y fue recibida por el presidente José Mujica.
Entre sus actividades figura la presentación del documental José y Pilar y el libro homónimo sobre la vida y obra de Saramago, basados en entrevistas realizadas por el cineasta Miguel Gonçálvez.
Del Río expresó a medios locales que la película refleja una parte importantísima de la vida de Saramago. Se ve como una ficción de la lucha de un hombre que no quiere morir, porque tiene cosas que hacer, agregó.
Tras afirmar que la lectura de José Saramago le ensanchó el corazón y la mente, sostuvo que él escribía empujado por «un sentido ético de la existencia y una honestidad que le mantenía en pie. Nunca he conocido una persona más honesta, cuando escribía y en toda otra situación».
Nunca se miró a sí mismo sino en función de los otros. Y tenía una compasión inconmensurable, agregó.
Respecto a la muerte del destacado intelectual portugués, dijo que «simplemente se apagó, y punto. Y yo creo que él dejó de existir de una manera y existe de otra, porque se sembró».
