MiscenaDesde hace dos años  Miscena dirige el evento musical

 Cartagena es desde hoy el escenario del evento anual de música clásica que se extiende hasta el 12 de enero.

La narración fantástica de las fábulas del siglo XX inspiran el repertorio que desde hoy acompañará a los amantes de la música clásica en Cartagena. Ocho obras de autores europeos como Stravinski, Ravel, Prokofiev y Debussy serán las grandes estrellas.

 El Festival Internacional de Música de Cartagena se inagura hoy a las 7 de la noche en el Teatro Adolfo Mejía con   Pulcinella, de Stravinski, como la obra central del repertorio interpretado por el Coro de la Ópera de Colombia, la Filarmónica Joven de Colombia, el director Rinaldo Alessandrini y la Mezzosoprano, Gabriela Ruiz, entre otros.

Antonio Miscena, director general del Festival Internacional de Música desde hace dos años, asegura que en esta octava edición lograron un festival “más robusto y fascinante”, no solo en organización, sino en la construcción de una identidad propia.

¿Cuál es el ingrediente especial de esta octava edición?

Yo creo que elegir las fábulas como tema central es algo que atrapará un nuevo público para el festival. La musicalización de estos relatos es compleja, pero también muy cercana y de inmediato impacto con el público. Toda la gran música de siglo XX en Europa tenía la necesidad de dar un giro, y fue entonces como todos los grandes compositores de este momento se enfocaron en la tradición popular, específicamente en la fábula.

¿Cómo se eligieron las ocho obras que marcarán el derrotero del festival?

La selección que hicimos para el festival presenta un mapa de la música de Europa en el siglo XX. Se escogieron dos fábulas de Stravinski que en esta época fue uno de los compositores más importantes, uno de esos autores que siempre debes escuchar, conocer. Stravinski es la tradición rusa y europea en general, luego aparece Francia con Ravel, después Italia con La Cenicienta y el centro de Europa con representaciones de Hungría y otros países. Este año tenemos una buena representación de toda esta música: Pulcinella, Historia de un soldado, de Stravinski; Mamá Oca, de Ravel; Pedro y el Lobo, de Prokofiev; Preludio a la siesta de una fauna, de Debussy; y El carnaval de los animales, de Camille Saint-Saëns.

Este año por primera vez habrá ópera en el festival ¿Cómo ha sido el reto del montaje?

Mostrar cosas diferentes siempre es un objetivo del festival. En esta ocasión escogimos La cenicienta, de Rossini, para mostrar una opera de gran factura que sin duda, será todo un espectáculo para los asistentes. La obra será presentada el 10 de enero en el Teatro Adolfo Mejía, con un montaje semi-escénico, una iluminación y una ambientación que te hará sentir en un verdadero cuento de hadas.

La inclusión de Música del Nuevo Mundo en el programa del festival fue todo un éxito el año anterior ¿Cómo superarlo este año?

La música del nuevo mundo se incluyó en nuestra programación desde al año pasado porque el objetivo del festival es hacer un paralelo entre dos mundos: el mundo de la música culta europea y el mundo de la música culta latinoamericana. Creo que este año logramos una gran nómina de artistas que mostrarán varias de las tendencias más importantes de la música latinoamericana y que nos acercará más a este gran objetivo. Tenemos por Colombia al cuarteto de cuerdas Manolov, al argentino Rodolfo Mederos, y por Brasil a los hermanos Assad y al Quinteto Villa-Lobos con Guinga, que es un compositor maravilloso, fantástico de Rio de Janeiro.

Lo imperdible del Festival Internacional de Música…

Yo pienso que hay cuatro cosas que la gente no se debe perder. La primera el concierto inaugural, el segundo el concierto de las hermanas Labèque, que es uno de los dúos más importantes del mundo para la música contemporánea; el tercero el Cuarteto Borodín que tiene una historia de 60 años de actividad y el cuarto, sin duda, La Cenicienta.

Gratuitos

Como cada año, los conciertos gratuitos serán en la Plaza San Pedro Claver, la Iglesia María Auxiliadora, el Hogar San Pedro y en esta ocasión, Palenque y la Iglesia de Crespo.

Cartagena.

POR:

POR DÁLIDA OROZCO/EL  HERALDO