CHIMILASMujeres de la comunidad chimila, también llamados ‘Ette ennaka’ o ‘gente nueva’, bailan una danza tradicional.

Expositores de esta etnia indígena estuvieron hablando de su proceso de bilingüismo durante el encuentro de lenguas de Uniatlántico.
“Siempre nos representan como si nuestras lenguas fueran muy serias”, dijo Luis Miguel Carmona, docente Chimila del habla Ette taara, agregando que “igual en nuestra lengua se juega y se recrea la mente a través del habla. Hacemos chistes y bromas en nuestra lengua porque somos una familia indígena muy festiva”, expresó Carmona, que es uno de los invitados al evento Contacto de Lenguas en Contextos Multiculturales, que se desarrolla hoy en el hotel El Prado y que está organizado por la Universidad del Atlántico.

Carmona de 41 años tiene siete años de estar enseñando su lengua llamada Ette taara de la cual afirmó que “nuestro alfabeto está en construcción, pero se puede aprender. Por ejemplo la palabra angora significa: vellos, angurake: pasto y gángora: brazo, son palabras que son similares y se pueden asociar entre sí en nuestra habla”, explicó Carmona.

La comunidad proveniente de la familia Chibcha actualmente está ubicada en el departamento del Magdalena en el municipio de Sabanas de San Ángel, en el que se encuentra su asentamiento principal, en la ciudad de Santa Marta y además están diseminados en pequeñas poblaciones en parte del departamento del Cesar, en el municipio de El Copey, en María Angola y en Chimichagua.

“Hace cuarenta años decían que la comunidad Ette ennaka estábamos desaparecidos en el mapa de Colombia y que nosotros éramos historia. En ese entonces había muchos indígenas que a pesar de que hablaban sentían temor de hablar su lengua”, aseguró Carmona.

En la comunidad, casualmente llamada Renacer de nuevo en Sabanas de San Ángel, hoy se vive un germinar de la lengua Ette taara. “Nosotros no tenemos laboratorios sofisticados, nosotros utilizamos nuestro laboratorio natural que es el canto y la selva donde el hombre se vuelve sabio sin tener que ir a la universidad”, expresó el docente.

Actualmente la comunidad ha publicado dos cartillas pedagógicas de primaria y muchos hablantes no indígenas han ido aprendiendo lengua que para ellos es un hecho significativo.

“Nosotros tenemos una población de 2. 500 personas y dentro de esa población hay 800 personas que hablan bien el Ette taara y otros más quieren aprender”. María Trillos, directora del Museo de Antropología, explica el marco legal de lenguas nativas que existe en el país y las tareas que hay por hacer.

“En el 2010 surgió la Ley de Protección de Lenguas Nativas 1381 que define los derechos que tienen los pueblos indígenas y por ello todos los procesos que los ciudadanos deben tener ante el estado se deben hacer en sus lenguas y aquí tenemos un problema porque los funcionarios no hablan estas lenguas y allí hay un vacío que hay que llenar”.

El evento Contacto de Lenguas en Contextos Multiculturales continua hoy su programación en el hotel El Prado.

“Nuestro proyecto etnoeducativo comunitario busca ante todo que nuestros niños vuelvan al pensamiento propio y vuelvan a pensar como indígenas para que podamos desenvolvernos en esta sociedad”, sostuvo Carmona asegurando que el modelo de bilingüismo Chimila se puede aplicar en otras comunidades indígenas del país.

Fonología de la lengua ette taara
El ette taara es una lengua que suena muy musical, tiene cinco vocales orales (a, e, i, o, u), que se registran breves, largas, aspiradas y glotalizadas. Tiene 19 consonantes. En sílaba post-acentual, las consonantes laxas se convierten en tensas (excepto las fricativas velares). Además, el chimila es una lengua tonal. Las palabras monosílabas que acaban en vocal tienen contraste de tono. Las palabras polisílabas llevan un tono silábico.

POR: LINA ROBLES LUJÁN/EL HERALDO