tomas_gonzalezEl finalista de la última edición del Premio Nacional de Novela estuvo en la ciudad, en el marco de PoeMaRío 2014.
Las palabras de Tomás González salen pausadas, precisas, con energía, al igual que las letras que aparecen plasmadas en sus textos.

Esa energía le llega por esa relación con el ‘Caribe paisa’, como el denomina a la región de los Golfos de Morrosquillo y Urabá, en los que, “durante tres meses al año” en la época de su infancia y temprana juventud,  “disfrutaba del salitre, la fauna marina y la tranquilidad del océano”, escenario que tantas veces le han servido de inspiración y ha plasmado en sus novelas y cuentos.

Aunque solo ha escrito un poemario, el escritor nacido en Medellín en 1950, considera a Manglares como “una obra inconclusa” a la que va añadiendo nuevos poemas y revisando otros.  También ha publicado siete novelas y dos libros de cuentos.

González, finalista del Premio Nacional de Novela 2014 con la obra Temporal, estuvo en la ciudad en el marco de PoeMaRío 2014 y compartió el sábado pasado, en la Plaza de la Paz, con sus lectores como “un ejercicio para saber para quien escribe”.

p  Quiero empezar preguntándole por su relación con la poesía. Si bien tiene un poemario titulado ‘Manglares’, se ha dedicado más a las novelas. ¿A qué se debe eso?
r  Las novelas dependen más del trabajo. A uno le llegan ideas para una novela y el período de trabajo pueden ser dos o tres años. En el caso de la poesía no depende de un trabajo continuo porque los poemas aparecen y uno no puede hacer mucho para que ellos lleguen, lo único que se puede hacer es estar atento cuando manifiestan su forma.

p  Viendo su producción literaria podría afirmar que su gusto pasa más por la narrativa, sin embargo le pregunto, ¿cuál prefiere: la poesía o las novelas?
r  Me gusta mucho escribir ambas. Considero que cada una tiene su momento. Me hubiera gustado escribir más poemas, pero en 40 años solo me han llegado alrededor de 100 poemas y no han aparecido más. Quién sabe de qué depende, pero no es del escritor. Aparecen o no aparecen. Lo cual no quiere decir que en el futuro haya una racha de poemas. No hay manera de saberlo.

p  Eso quiere decir que la poesía es más rebelde que los otros géneros.
r  Sí, es más rebelde en el sentido que no sabes cuándo aparece. En una novela tienes la ayuda del tiempo porque establece la secuencia en sí mismo y lo único que uno tiene que hacer es ir desarrollando el hilo. La poesía es como una pintura, es algo instantáneo que surge por una inspiración. Aparece cuando le da la gana.

p  ‘Manglares’ es un nombre muy caribeño, además varias de sus obras guardan una relación directa con el mar. ¿Podría decirse que hay una fascinación o un amor platónico por el Caribe?
r  Hay un amor de verdad con el Caribe. Yo pasé mucho tiempo en el ‘Caribe paisa’ durante mi niñez y mi temprana juventud, en la parte del Golfo de Morrosquillo y el Golfo de Urabá. Esos paisajes y esa naturaleza la llevo muy adentro, hace parte de mi formación literaria y como persona. Pasaba dos o tres meses cada año en esa región.

p  ¿Por que el nombre ‘Manglares’?
r  El manglar no está en la tierra no está en el mar. Es un universo donde todo confluye, a mi modo de ver. Lo hice con el propósito de todas mis vivencias tuvieran un espacio.

p  Leí en una entrevista que alguna vez le dijeron que escribe como costeño, ¿a qué cree que se referían con eso?
r  Creo que es porque la mayoría de los escritores costeños le dan mucha importancia al mundo de los sentidos, sin descuidar la parte intelectual, pero hay un énfasis hacia la parte sensorial, y yo me identifico con eso.

p  ¿Qué le parecen este tipo de eventos como PoeMaRío?
r  Son una gran oportunidad para establecer un contacto personal con los lectores, lo cual me parece muy importante porque eso ayuda a aterrizar el trabajo y saber para quién estamos escribiendo.

p  ¿Por que no ha vuelto a publicar otro libro de poemas?
r  Decidí que solo iba a escribir ese poemario y cada poema que apareciera lo iba a incluir allí. Es un libro que está abierto y por definición inconcluso. Se ha impreso tres veces y sigo trabajando en él.
POR:
ÁLVARO PIÓN SALAS – TWITTER: @ALVAROPIONSALAS/EL HERALDO