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Sofía Vergara en una plataforma giratoria mientras Bruce Rosenblum daba su discurso.

La actriz recibió críticas por una broma que hizo en el escenario.

A pesar de no estar nominada este año, la barranquillera Sofía Vergara protagonizó el momento más polémico de la 66 edición de la ceremonia de entrega de los Emmy la noche del lunes, al ejercer de ‘mujer objeto’ en una broma sobre el escenario que no hizo gracia a muchos espectadores.

La actriz de Modern Family se encargó de presentar en el teatro Nokia de Los Ángeles al presidente de la Academia de la Televisión de Estados Unidos, Bruce Rosenblum, a quien le correspondía dar el discurso institucional, tradicionalmente serio y aburrido.

Vergara se subió a un pedestal giratorio en el que exhibió su voluptuoso físico mientras Rosenblum se dirigía al público en un segundo plano con comentarios como “no podemos olvidar que nuestro éxito se basa en darle siempre al espectador algo que ver”.

La puesta en escena generó de inmediato comentarios críticos en las redes sociales, donde se calificó el espectáculo de “sexista” e “intolerable”.

La actriz, consciente de la controversia, defendió su actuación ante la prensa al término de la gala.

“Es todo lo contrario. Una persona puede ser atractiva, divertida y reírse de sí misma”, comentó Vergara, que aseguró saber quién empezó a agitar las redes sociales con críticas, si bien no mencionó su nombre, y se limitó a decir que la responsable “no tiene sentido del humor”.
Galardones para un villano. La serie Breaking Bad, creada por Vince Gillian, puso el broche de oro a sus cinco temporadas con cinco galardones durante la velada, incluido el de mejor drama, que ya había conseguido en 2013.

Breaking Bad revalidó su corona para sorpresa de su equipo, como confesó el propio Gillian a la prensa tras la gala, después de días en los que se apuntaba a un posible triunfo de True Detective, el programa revelación del año.

“Es la maravillosa cereza del pastel”, aseguró Gillian, que empezó a creer que iba a ser su noche cuando observó cómo Anna Gunn, Aaron Paul y Bryan Cranston se alzaban con los premios de mejor actriz secundaria, actor secundario, y mejor actor protagonista en drama, respectivamente.

A la abrumadora victoria del reparto de Breaking Bad se añadió un Emmy de guión, lo que dejó a True Detective casi sin nada. A Matthew McConaughey se le escapó la posibilidad de ganar el Óscar y el Emmy de mejor actor en un mismo año.

Otra habitual vencedora, Julianna Margulies, se impuso como mejor actriz dramática por The Good Wife.

En comedia todos los pronósticos presagiaban que Orange Is The New Black arrebataría el título de mejor serie a Modern Family, pero el programa donde actúa Sofía Vergara volvió a llevarse el Emmy por quinto año consecutivo e igualó así el récord de Fraiser.

Modern Family logró además los premios de comedia de mejor actor de reparto (Ty Burrell) y mejor dirección.
Jim Parsons levantó su cuarto Emmy de mejor actor de comedia por The Big Bang Theory, y también resultó ganadora Allison Janney como mejor actriz cómica de reparto por Mom.
Fargo se llevó el Emmy como mejor miniserie y mejor dirección en una miniserie o telefilme.

La película para televisión Sherlock: His Last Vow fue la máxima ganadora de la 66 edición de los Emmy al alzarse con un total de siete trofeos, cuatro de ellos técnicos concedidos el pasado 16 de agosto, un premio más que Breaking Bad.

Game of Thrones, que optaba a 19 galardones, se tuvo que conformar con cuatro de carácter técnico, mientras que Mad Men, que optaba a 8 premios, se fue en blanco.

Durante la ceremonia se rindió un homenaje a Robin Williams, fallecido en agosto, quien fue recordado por su amigo y también cómico Billy Crystal. Efe