rio guatapuri

Su cuerpo suspira lentamente, está casi moribundo. Mira la luz al fondo como aquel que abandonó su casa. El río se fatiga de cepillar las orillas. De mirar con un ojo los bajos relieves de su cauce. Con un ojo tan puro como la muerte que lo aduerme. Y se aduerme en su lecho.
Su corriente ha sido musa de canciones, así como sus piedras, paisajes y puentes para los compositores de música vallenata. Hoy está destinado a quedar en letras, melodías y recuerdos. Su estado es crítico y según el diagnóstico sobre el deshielo de los picos en la Sierra Nevada, su etapa terminal comenzó.
Lleva un nombre sublime, Guatapurí. Quizás cuando lo bautizaron su caudal era brioso, coqueto e irreverente, y aunque muestra signos de ánimo, ya es simplemente un cuerpo de agua enclenque. Si Iván Ovalle, compositor que integró el nombre de Hurtado a Caminitos del Valle, canción grabada por Iván Villazón observa el cauce del Guatapurí tendrá que conformarse con las letras que escribió: “yo recuerdo ahora cuando me escapaba con tantos amigos a jugá en Hurtado, de allá me bajaba flotando en las aguas sobre un caucho inflado hasta el Sicarare, pobre Jhon Urbina, pobre Víctor Julio que un día se salieron y se dieron duro”, esto ya nadie lo puede hacer y si lo hacen quedan a mitad de camino, frenados por piedras, alguna invasión de la margen derecha del río o simplemente van a parar a una de las 164 concesiones que hay sobre este afluente.
Según Corpocesar, la gestión de preservar el río está en marcha, sin embargo, el punto de partida se centra en las concesiones que ésta ha entregado a particulares bajo la resolución 139 del 4 de agosto de 1987.
Pero la falta de control sobre estas concesiones ha contribuido, de acuerdo con conocedores del tema, para que este afluente muera varios kilómetros antes de su desembocadura en el río Cesar.
Corpocesar tiene a su orden un caudal base de reparto del Guatapurí de 11.260 litros por segundo, de estos, el caudal asignado a concesiones o permisos llega a 7.863 litros por segundo, dejando sólo un caudal remanente o corriente de 3.396 litros.
El pasado 22 de abril, después de una serie de informes presentados por EL PILÓN sobre el deterioro y las consecuencias que afrontaría el Guatapurí en los próximos años, el Concejo de Valledupar realizó un Cabildo Abierto para aplicar estrategias claras que lleven a la detención del acelerado deterioro en el que se encuentra hoy la principal fuente hídrica de esta capital.
¿Cuáles fueron las medidas?
El debate por la defensa del Guatapurí se hizo luego de una proposición presentada por el concejal Hernán Felipe Araújo Ariza, del partido Liberal; proposición que fue firmada y aprobada por los 19 concejales.
En el cabildo se pidió judicialización por los delitos ambientales en contra del río Guatapurí; restringir en el Plan de Ordenamiento Territorial el uso de agua del río para las actividades agrícolas y pecuarias en áreas aledañas a este afluente, sobre todo en épocas de verano; creación de una cátedra y retomar el proyecto de Los Besotes, fueron algunas de las conclusiones expuestas en la audiencia pública realizada en el auditorio de Bellas Artes.
Hernán Felipe Araújo indicó en ese entonces la baja capacidad para retener humedad del río, cuyo caudal se ha visto afectado por la tala indiscriminada y quema de árboles, la extracción diaria de 110 toneladas de material de arrastre que dañan su lecho, así como la contaminación de las aguas tanto la parte alta como en la parte baja de la cuenca.
Han pasado seis meses después de ese cabildo y ya no se habla de la preocupación por el río, toda vez que estamos en época de lluvias y por tanto el Guatapurí permanece con una corriente considerable, que oculta la crítica situación suscitada principalmente en temporada de verano.
“El tema del río es ingrato en el sentido que cuando inician las lluvias creemos que el río se recuperó y no tiene ningún problema, ahora que vuelva el verano vamos a ver la misma situación que vimos a principio de año”, dijo el concejal Araújo.
El presidente del Concejo, Iván Lúquez Mindiola recordó que en el desarrollo del cabildo fueron sustentadas 23 de las 25 ponencias inscritas. A su vez, Hernán Felipe Araújo explicó cómo avanzan los compromisos adquiridos en ese entonces por las autoridades ambientales del municipio.
“En el tema de indígenas, hoy seguimos en los mismo, no se ha avanzado ni un milímetro, los indígenas siguen en su posición de desconocer a Corpocesar y desconocer las autoridades civiles del municipio y departamento para ponerse de acuerdo en la creación del POMCA. Todavía el POMCA no se ha definido a pesar de que Corpocesar dice que hay algunos avances”, indicó el edil frente a la noticia entregada por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, la semana anterior con relación al ordenamiento de la cuenca baja del río Guatapurí.
Sobre el tema de inversiones, criticado fuertemente en el cabildo debido a que el Municipio entregó en el 2013 cinco mil millones de pesos, Araújo Ariza explicó “han mejorado porque están construyendo los gaviones en el parque Lineal; hay una inversión que se están viendo en la mitigación del riesgo, pero en la cuenca alta donde tenemos el mayor problema, ahí no se ha hecho nada”.
También se había acordado restringir el uso de licencias para la explotación de materiales de arrastre, así como las concesiones de agua.
EL PILÓN hizo un trabajo interesantísimo demostrando que el 60 o 70% del caudal del río se lo estaban llevando las concesiones, hubo una semana en la que tomaron unas medidas y fueron y cerraron las concesiones, pero al día siguiente las concesiones estaban abierta. En el cabildo nos preguntamos ¿por qué no se avanza con las sanciones?, en ese momento decían que se iban a iniciar unos procesos para sancionar a la gente, pero todavía hoy no hay la primera concesión que tenga una compuerta como lo exige la ley, han pasado seis o siete meses y Corpocesar iba un plazo perentorio para ser garantista, pero no tenemos la primera compuerta entonces ¿cuánto más falta para empezar?, eso nos permitirá a nosotros mejorar el río”, señaló Hernán Felipe Araújo.
Y se mostró acongojado al no tener hoy resultados para mostrar a la comunidad después de realizado el cabildo: “Para mí es una gran frustración que se hizo un trabajo muy juicioso para realizar ese cabildo y que de ahí en adelante no se pudo hacer más nada por parte del Concejo Municipal”, acotó el concejal.
Con la iniciativa del Concejo Municipal también se busca elaborar un proyecto estructurado en dos etapas; la primera que incluya una limpieza rigurosa en la ribera del río, con el objetivo de liberar a la cuenca de material contaminante, como basuras, metales tóxicos, residuos de fertilizantes, hidrocarburos con el fin de que el agua conserve su composición química y no agote su oxígeno. La segunda etapa pedía el establecimiento y sostenimiento de cuatro surcos de material vegetal y guaduas, beneficioso para la conservación del recurso del suelo, productor de oxígeno, generador y productor de reservorio de aguas.
Por su parte, las autoridades competentes deberían tomar medidas drásticas para controlar la proliferación de vendedores ambulantes desde la parte baja hasta la margen derecha del río, lo que permitiría la preservación e incremento de la fauna existente.
Igualmente, adquirir terrenos para la conservación de la cuenca, diseñar e implementar proyectos de reforestación y regeneración de bosques maderables, con las especies nativas de la ribera del río.
No hay articulación
El concejal Hernán Felipe Araújo concluyó que son muchos los aspectos para cuidar el río Guatapurí, pero uno fundamental, la articulación de autoridades.
El problema del río es de articulación, nosotros planteamos en el Concejo que fuéramos invitados a participar en cualquier actividad pero nunca más nos llamaron, de eso se quejó la contralora Mercedes Vásquez; en el tema ambiental no hay articulación entre la Alcaldía, Gobernación, Corpocesar y el Concejo, si seguimos así será muy difícil trabajar por el río Guatapurí. Quien debe liderar el tema es Corpocesar por ser la autoridad ambiental, pero eso no impide que el Municipio y el Concejo y muchas instituciones estén en una mesa para trabajar por el Guatapurí”, aseveró Araújo.
Sigue frenada
El ordenamiento de la cuenca del río Guatapurí sigue sin avances, toda vez que no se ha tenido aprobación de las etnias indígena asentadas sobre el cauce del afluente en la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Lo declarado por el concejal Hernán Felipe Araújo en el tema de avances podría ser veraz, todo porque los indígenas siguen sin aceptar a Corpocesar y autoridades civiles como garantes de los ríos.
Herbert Zapata Izquierdo, Coordinador del Territorio Arhuaco fue claro al decir en una ocasión para este diario, “todavía la corporación (Corpocesar) y más que ella, la parte del gobierno local, no ha emprendido en serio una lucha para mantener el río Guatapurí”.
Libardo Lascarra, supervisor de los proyectos en Corpocesar, aseguró que en el caso exclusivo del río Guatapurí, “es una cuenca que tiene la presencia de grupos indígenas y hay que hacer consultas con ellos, en estos momentos se hizo una preconsulta con el Ministerio del Interior para determinar cuántas etnias tienen presencia en la cuenca; ya enviamos la delimitación al Ministerio para saber con cuáles de las organizaciones asentadas en la Sierra Nevada de Santa Marta hay que concertar”.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co