Una imagen para el recuerdo: donantes y beneficiarios quisieron posar frente al nuevo internado de Achintukua
POR: SANDRA GUERRERO/EL HERALDO.- La Fundación Pro Sierra Nevada de Santa Marta, DPS y Embajada de Japón inauguraron un internado para la comunidad de Achintuua.
La unión de dos culturas totalmente opuestas y lejanas permitirá que los niños de la etnia wiwa de San Juan del Cesar en La Guajira, puedan estudiar, comer y descansar en unas modernas instalaciones que fueron construidas con la ayuda del gobierno de Japón.
El mamo wiwa Ambrosio Chimunkero, quien nunca fue a un colegio porque en su comunidad no había dónde estudiar, ahora se siente feliz porque en el poblado indígena de Achintukua, del resguardo kogui-malayo-arhuaco hay un nuevo internado que le permitirá a unos 300 estudiantes indígenas recibir sus clases sin tener que preocuparse por los largos trayectos que antes debían realizar.
Lo que jamás pensó esta autoridad indígena es que esto fuera posible gracias a Japón, un país de personas con ojos rasgados, con una cultura lejana, que tiene cerca de 123 millones de habitantes y que es una de las potencias económicas mundiales.
“Agradezco en nombre de Serankua y de la Madre Naturaleza que se den y se sigan dando las ayudas, que continúe la hermandad para apostarle más al desarrollo de nuestros hijos e hijas”, manifestó en una ceremonia en la que se encontraron los indígenas con los japoneses en honor a la solidaridad.
El líder wiwa manifestó que ahora los niños tendrán un lugar donde refugiarse, pero que “nunca pensé que los hermanos de Japón pudieran tener ese corazón y ayudar a una comunidad tan lejana de su país, en una población de difícil acceso y de poco desarrollo económico”.
Todo comenzó en abril de este año cuando la Embajada de Japón en Colombia y la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta firmaron un convenio para adelantar estas obras en el Centro Etnoeducativo Rural y para construir una cocina que beneficiará a la comunidad.
La donación fue de 113.440 dólares para que los estudiantes de Achintukua, jurisdicción de la vereda El Hatico de los Indios, corregimiento El Totumo, pudieran contar con mejores instalaciones para adelantar el proceso de enseñanza aprendizaje, recibir sus alimentos y descansar cómodamente.
La gestión de estos recursos se hizo por solicitud expresa de la comunidad wiwa y la Organización Yugumaiun Bunkuanarruwa Tayrona (OWYBT) que los agrupa y representa a nivel regional y nacional. Esto incluyó la construcción de un módulo de cocina adicional con estufa para el funcionamiento continuo del comedor, con una bodega anexa para guardar y manejar de manera más óptima los alimentos que en antes eran almacenados en un aula de clases, por falta de espacio.
Antes en el centro etnoeducativo solo se podían albergar 74 de los 114 alumnos, ya que sus hogares estaban muy distantes. No había espacio suficiente para acomodarlos a todos y algunos dormían en varias aulas que tuvieron que ser acondicionadas para esto.
El nuevo internado y la cocina fueron inaugurados en una ceremonia especial en la que estuvo presente Osamu Inagaki, jefe de Cooperación de la Embajada de Japón en Colombia.
Durante su intervención afirmó que en su país la alimentación de los niños tiene una gran importancia para el gobierno. “Para nosotros es importante alimentar bien a los niños y niñas en las escuelas donde se planea de tal forma que les garantice que los alimentos aporten nutrientes necesarios para afrontar desafíos, los niños de Japón no están comiendo sushi o témpura en las escuelas, sino comida sana que les permite crecer sanos y fuertes”, aseguró el diplomático.
Mostró su satisfacción al hacer entrega del proyecto para la comunidad indígena en La Guajira y aseguró además que aportes como estos estrechan los lazos de afiliación entre Japón y Colombia.
También estuvo el Gobernador del Cabildo Wiwa, Víctor José Loperena Mindiola, quien dijo que estas obras significan que se están cumpliendo algunas promesas hechas por el presidente Juan Manuel Santos cuando en julio de 2012 entregó este pueblo sagrado de los Wiwa en la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Esa vez nos dijeron que se gestionarían recursos del orden nacional e internacional para ayudar en tantas necesidades que tenemos en materia de educación y salud. Ahora vemos que están cumpliendo”, manifestó.
Dijo que con estas instalaciones educativas la población estudiantil cuenta con buenas condiciones para prepararse en los temas propios de la cultura ancestral, pero también para recibir el conocimiento de la cultura occidental.
Lucas Echeverri Robledo, director de la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta, entidad responsable de la ejecución del proyecto, expresó que para esta institución lo importante de todo este esfuerzo que se adelantó con el apoyo de Japón y la colaboración invaluable del Departamento de Prosperidad Social, son los beneficios que esta obra traerá para esta población.
“Hay una comunidad y unos niños que tendrán mejores posibilidades de formación, de lo contrario, esto no tendría ningún sentido”, indicó. Dijo igualmente que la entidad lleva muchos años trabajando en el territorio, pero que es una labor que no termina aquí ya que es una misión que no se acaba aún.
Piden reasentamiento
La coordinadora del Programa de Pueblos Indígenas del DPS, Carolina Alvarado, afirmó que cuando se constituyó la organización se trazaron unas metas entre las que estaban la unidad del pueblo wiwa. “Aquí hay mamos que los están orientando para que nos podamos unificar como pueblo wiwa, también la defensa de la cultura que forma parte de todo el saber y el conocimiento ancestral de nuestros mayores, la música entre otras y la defensa del territorio hasta la línea negra y la autonomía, puntos interesantes que desde el más grande hasta el más pequeño debe conocer para que sepan qué es lo que nos toca como pueblo”, indicó.
Este es el interior de la cocina del nuevo internado.

