festival_vallenato_giovanny_3Álvaro, Pablo, Román y Navín, integrantes de la dinastía López, en EL HERALDO. Por: GIOVANNY ESCUDERO.

Dice Rodolfo Molina, presidente de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, en visita ayer a EL HERALDO, junto a los homenajeados del evento.

Una delegación de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata visitó ayer la redacción de EL HERALDO. La edición número 48 del evento rinde homenaje, por primera vez, a una dinastía que en este caso es  la familia López. El Festival se realizará en Valledupar del 28 de abril al 2 mayo.

La comitiva vallenata estuvo integrada por Pablo, Álvaro, Román y Navín López, homenajeados por el Festival; junto a ellos Gustavo Osorio, Rey Vallenato 2014; Álvaro Mendoza, cantante y guacharaquero;  Diana Molina, miembro de la junta directiva de la fundación y el presidente de la entidad cultural, Rodolfo Molina.

Homenaje a la dinastía

El epicentro de toda la dinastía López es La Paz, un municipio ubicado a 14 kilómetros de Valledupar, territorio donde se formaron musicalmente y el mismo en que serán exaltados. Para Álvaro López, quien fue rey vallenato en 1992, la huella más importante de la familia es que se ha preocupado por preservar las raíces.

‘‘La familia ha sido fiel al vallenato auténtico. Desde el principio se ha mantenido esa línea’’, expresó Álvaro, quien es uno de los cuatro reyes vallenatos que ostenta la dinastía López en la historia del Festival.

Para Rodolfo Molina, que desde la presidencia de la fundación encabeza toda la gestión anexa al Festival vallenato, la familia López condensa toda una riqueza histórica y cultural que  aporta a perpetuar la tradición vallenata en su esencia.

‘‘La dinastía López es guardián del vallenato costumbrista’’, explica Molina y señala que con el homenaje se busca mostrar a las nuevas generaciones cuál es la responsabilidad ‘‘tanto por el apellido como por el talento musical’’.

La familia ha estado presente con el vallenato en sucesos históricos como la entrega del premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez, en la que Pablo López hizo parte de la delegación cultural que viajó para la ceremonia en Estocolmo, Suecia.

‘‘Fue un éxito porque viajó todo el folclor de Colombia. Claro que Gabo se inclinó fue por el vallenato’’, contó Pablo López sonriendo.

Territorio y folclor

Rodolfo Molina destaca que otro de los objetivos de esta versión del festival es integrar a los visitantes a todo el contexto social y de territorio que ha gestado la riqueza lírica y cultural del vallenato, como las casas de los juglares en los pueblos de La Guajira y el Cesar, la gastronomía , los ríos , las artesanías entre otros aspectos de la región.

‘‘Queremos mostrar a los turistas que detrás de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá hay muchas cosas por conocer’’, manifestó Molina.

Preparativos de los 50 años

En 2017 el festival cumplirá los primeros 50 años y para esa ocasión especial está proyectado convocar a los reyes vallenatos a la competencia por el título de Rey de reyes.

Como antesala a esa fecha la organización continúa trabajando en la preservación de la tradición a través de los semilleros musicales como la Escuela de Talento Rafael Escalona, donde se forman actualmente 150 niños, según informó Diana Molina.

‘‘La fundación trabaja para que las raíces del vallenato puro se mantengan sobre los cambios de la comercialización’’, explicó la representante de la junta directiva.

A pocas semanas del inicio de la cita más importante del vallenato en el país, Rodolfo Molina continúa gestando los últimos detalles, reconociendo que encara una gran responsabilidad y sobre ello afirma que ‘‘la mejor carta de presentación, es hacer un gran festival’’.

POR: KATHERYN MELÉNDEZ S./EL HERALDO