Ni los llamados conquistadores españoles ni sus descendientes, los colonizadores, es decir desde 1500 hasta 1810, nunca se interesaron en conocer el territorio por ellos tomado a la fuerza, por lo menos así sucedió en el caso venezolano. Su interés por estas tierras del Nuevo Mundo giro en torno al sometimiento brutal de los indígenas a quienes esclavizaron bajo el régimen de siervos de la agricultura. De la minería, a la desforestación de los bosques para llevarse los arboles maderables, a la caza de animales de vistosa pieles o plumaje, a la bárbara extracción de las perlas en las islas del mar caribe venezolano.
Por ello siempre debe enfatizarse con palabras de Bolívar dichas en 1820 que el verdadero descubridor científico del nuevo mundo se llamo Alejandro de Humboldt quien además lo dio a conocer a Europa en su formidable obra: Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente (comenzó a publicarse por entrega desde 1814 a 1819 en francés e ingles simultáneamente).
Ahora bien, si nos circunscribimos a Venezuela le corresponde a Andrés Bello ser sin lugar a dudas el primer ecólogo conservacionista, revelador y defensor de nuestros paisajes, de nuestro ambiente natural, es decir, el fue el primer ambientalista de ese entonces. Antes de poder expresar él sus inventarios conservacionistas sobre el paisaje silvestre y urbano de la parte mas conocida de Venezuela para esa época, la franja norte de su territorio Andrés Bello comprendió la necesidad de darle a los venezolanos por primera vez una descripción de su geografía física, política, administrativa, poblacional, hidrográfica, marítima, para eso escribió y publico su Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810, en ese primer libro impreso en el país se definía ese espacio ubicado alrededor de la provincia de Caracas limitado – en palabras de Bello – por el norte con el mar Caribe, por el sur la provincia de Barinas hasta el Apure, al este la provincia de Cumana y al oeste la de Maracaibo. Sobre ese mapa coloco las ciudades y pueblos correspondientes, su orografía, ríos; cifra su población en 450 mil habitantes, distribuidas en 8 ciudades, 6 villas, 54 pueblos, 3 puertos marítimos. Luego habla de sus instituciones (universidad, iglesias, poderes públicos, cabildo); su agricultura de subsistencia elemental: carne de vacuno, de porcino, queso, cazabe, maíz, y también de la agricultura de exportación: añil, café, cacao, azúcar, algodón, cuero.
Pero es mediante la poesía como Andrés Bello mejor revela nuestros paisajes nativos, como mejor defiende la naturaleza virgen de esos ambientes donde el habito en su etapa de Caracas. El representa el primer poeta quien celebra en sus versos con orgulloso entusiasmo el ambiente vegetal del nuevo mundo.

