>El inmenso daño que Caracol y RCN le causan a Colombia

>Por qué el Gobierno Nacional no ordena la supresión definitiva de algunas de sus telenovelas?

Por: Julián Enrique Valero Castaño* 

«La virgen de los sicarios», «La vendedora de rosas», «María llena eres de gracia», «Sin tetas no hay paraíso», «El cartel de los sapos», «Soñar no cuesta nada», «Los protegidos», «La viuda de la mafia», «Pandillas, guerra y paz», «El capo», «Las muñecas de la mafia», entre otras asquerocidades, han servido de reafirmante y de estimulante para que, ante el resto del mundo, Colombia sea visto como un nido de ratas y, por ende, que los colombianos que viven en el extranjero sean discriminados, marginados, maltratados, agredidos moral y físicamente, mirados como personas que son un peligro para quienes los rodean, por las supuestas «mañas», malas costumbres y negocios raros que, al parecer, todo colombiano lleva consigo. Estas producciones antes mencionadas han sido hechas con el pretexto de «mostrar nuestra realidad». Esa no es la razón que los motiva, lo único que quieren es llenarse los bolsillos a costa del deterioro de la dignidad y la reputación de nuestro país, porque saben del morbo de los extranjeros y de muchos colombianos por ver todas esas situaciones ficticias basadas en una situación negativa del país, que los distrae y los llena de emociones fuertes. Venden unas historias disfrazadas con mentiras que son «balazos» para la publicidad de Colombia ante el concierto internacional.

A causa de la reacción del cantante Fonseca ante la canción de Don Omar en la que relaciona a Colombia con la coca, en un foro de Internet, éste decía: «Colombianos hipócritas, de qué se quejan, si ustedes eso es lo que muestran en sus programas de televisión, que Colombia es la cuna de las drogas». Y así, cada vez que un colombiano entra a una sala de chat o a un foro en la red es señalado, insultado, lo tratan de rata, de narco, de asesino a sueldo. Eso es lo que promocionan Caracol y RCN a través de la pantalla. Lo mismo es cuando un colombiano llega a otros países. En USA al periodista «Pirry», antes de entregarle un premio en un evento importante, el anunciador, antes de mencionar la palabra «Colombia», se movió varias veces la nariz, haciendo como si hubiera terminado de consumir cocaína. Esas son cosas que duelen, que dan rabia, pero qué se puede hacer, si eso es lo que muestran en la televisión para el mundo.

Gracias Caracol Televisión, gracias RCN por hacer posible el repudio del resto del mundo hacia nosotros. Parece que no pueden inventar otra cosa o es que simplemente no lo hacen porque temen no atrapar a la audiencia nacional e internacional que desean? Parece mentira. Colombia tiene una pésima imagen a causa del narcotráfico, la violencia y la corrupción de algunos funcionarios del Estado, y sin embargo, la televisión y el cine colombiano colaboran para empeorarla aun más. ¿Por qué mejor no crean producciones que ayuden a contrarrestar nuestra mala reputación, que muestren todas las virtudes, cualidades y cosas positivas que tiene nuestro país y que tenemos nosotros? Ya estamos cansados de que todo lo que la TV nacional y el cine de aquí hacen siempre es de lo mismo: narcotráfico, mafia, traquetos, prostitutas, sicarios, matones, mulas, jíbaros, drogas, ladrones, trampas, etc. Ustedes, detrás del pretexto barato y trillado de mostrar la realidad de Colombia, se enriquecen a causa de la desgracia y la miseria del país, porque las tramas de sus productos audiovisuales se basan siempre en eso, pero ¿cuál realidad del país? ¿acaso esa es la única realidad de nuestra patria? Pongamos todos un grano de arena para que esto cambie, ustedes exportando esas novelas y esas series a los otros países no ayudan en nada, están llevándole una mala publicidad de nuestra tierra y nuestra gente al resto del mundo.

Esa ambición de tener mayor rating, de obtener millonarios ingresos y de derrotar al otro canal, ha hecho que piensen en todo menos en las personas que ven sus asquerosas producciones. Recuerden que aparte de la gente bien formada, con bases sólidas en buenas costumbres, ética, valores y moral, que han recibido una buena crianza por parte de sus familias y que por ende tienen un criterio formado y una personalidad definida, también hay otras millones de personas ignorantes, carentes de personalidad y desafortunadas que no tienen una familia ideal que pueda formar en ellos un criterio sólido que les permita discernir entre lo que conviene y lo que no conviene, y que al verse en la pobreza y en la miseria ven en esos personajes de televisión modelos a seguir, copiando sus acciones características y sus actitudes, hasta empiezan a hablar igual que la cantidad de bandidos que salen en los dos canales privados, para ver si logran ser «capos» y ganar millones con negocios, no importa que sean turbios, todo por salir de la pobreza en la que viven.

No vengan ahora con el argumento de que los padres de familia son responsables de lo que ven o no ven sus hijos, porque ustedes bien saben que Colombia tiene una alta degradación social, donde muchísimos padres no garantizan el bienestar y la buena formación de sus hijos. Ustedes son conscientes de eso, porque tienen un noticiero que todos los días lo reconfirma. Así que, en vista de ese vacío formativo por parte de los hogares, ustedes, como medio masivo de televisión, deberían aportar un grano de arena para que los niños y jóvenes por lo menos aprendan alguna cosa buena. Lo más cínico de todo es el horario en que dan esas bazofias, en horario familiar, cuando todos están frente al televisor. ¡Ah! pero esto es intencional, obviamente, para atrapar una mayor audiencia.

A ustedes les importa un comino si los niños y los jóvenes aprenden todas las maldades y barbaridades que ustedes enseñan, a RCN y Caracol lo único que le importa es el «rating», llevarse por delante a la competencia. Es una competencia salvaje y desenfrenada, y como reza el refrán: «En la guerra como en el amor, todo se vale» pues acá se vale inventar cualquier tipo de situaciones y tramas, llenas de antivalores, donde no importa el contenido, todo sea por atrapar la mayoría en audiencia, y si es posible la totalidad. Ustedes están dañando la mente de los más pequeños, y de esas personas ya adultas que carecen de personalidad y criterio, de manera incalculable están contribuyendo a la degradación de la sociedad.

En esas series los policías son los malos y los delincuentes son los buenos. Además de todo lo anterior, también se están tirando la imagen de las instituciones del Estado, que si bien algunas tienen funcionarios corruptos, eso no es razón para ahora hacerse ricos a base de esa situación tan negativa. Escuché a un niño decirle a su padre que no era justo que la policía capturara al «capo», el del canal RCN. ¿Qué bonito no? Un pequeño niño, en su inocencia, preocupado por un mafioso de la novela, un niño que está empezando a odiar a esos policías porque quieren detener al bandido de la trama de «El capo».

Unos jóvenes comentaban cómo les gustaría ser narcos, traquetos, prefiriendo vivir una vida corta, aunque en cualquier momento los maten, pero rodeados de dinero, lujos y comodidades, a vivir 90 años ganando el salario mínimo. Dense cuenta la percepción de la vida que están creando en los jóvenes que, desafortunadamente, no tienen guías en su vida, que no tienen padres o familiares que les enseñen a vivir como debe ser, o que si bien los tienen, esas personas no les garantizan una buena formación como personas.

¡Cuántas niñas no desean ser muñecas de la mafia, para tener todo lo que a ellas se les antoje sin tener que trabajar! Pero esta conclusión se da por la pobreza y la miseria económica y espiritual en la que viven, y por no tener opciones en educación, ni alternativas laborales, arriesgándose a entrar en el oscuro mundo de la mafia y el crimen organizado.

Por medio de esta basura de programas le están mostrando a la juventud y a la niñez formas de vida, que si bien son arriesgadas y peligrosas, son sinónimos de millones de dolares.

¡Qué gran daño le hacen a Colombia los dos canales privados y el cine nacional. Ensucian aun más la imagen de los colombianos ante el mundo, contribuyen a la enorme degradación social y pisotean las instituciones estatales. Se enriquecen a causa de la desgracia, el infortunio y la miseria del país.

*Julián Enrique Valero Castaño – Teléfono: (574) 382 35 03 – julian.valero@une.com.co

EL DIARIO VALLENATO