Una de las imágenes del documental ‘Terras’, que desentraña la vida entre selvas y ciudades en el Amazonas.
Por: Paula Santana
Un documental de la directora brasilera Maya Da-Rin explora los intercambios culturales en la triple frontera del Amazonas y revela que los indígenas están ávidos del intercambio con el mundo contemporáneo.
Maya Da-Rin, una de las nuevas figuras en la producción de documentales en Brasil, llegó a Colombia para presentar Terras, su más reciente trabajo.
Amazonas globalizado, crisol de culturas, acentos y saberes. Leticia y Tabatinga, ciudades gemelas ubicadas en la frontera entre Brasil, Colombia y Perú, forman una isla de concreto cercada por la imponente vegetación amazónica.
Situadas lado a lado, en la misma margen del río Solimões, Tabatinga y Leticia están integradas, aun perteneciendo a países distintos. Las ciudades gemelas tienen vínculos económicos estrechos y están conectadas por una única avenida. Un poste con dos banderas marca el punto donde la Av. da Amizade (Brasil) pasa a llamarse Av. Internacional (Colombia). En el otro lado del río, a pocos minutos en barco, queda la población de Santa Rosa, en territorio peruano.
A diferencia de Tabatinga, que es prácticamente desconocida por brasileros de otras regiones, Leticia es la capital del departamento de Amazonas en Colombia. Ambas ciudades abrigan hoy a muchos inmigrantes peruanos y desplazados colombianos por la violencia.
Maya Da-Rin, directora del documental, afirma que “nosotros, los habitantes de las grandes ciudades, desconocemos la Amazonía aun cuando ésta representa gran parte del territorio de Colombia y Brasil. Se habla de las quemas, de las plantaciones de soya y de la devastación de la selva, pero poco se sabe de las personas que viven en ella”.
El documental, que se rodó en el 2006, durante dos meses, con un pequeño equipo de producción, explora la frontera más allá de sus manifestaciones concretas. Lo que le interesa a Da-Rin son las diferentes formas de interacción que los habitantes establecen en este espacio de transición y confluencia, donde los límites se pierden en las ramificaciones de la selva.
En la zona de la triple frontera las mercancías no son lo único que se intercambia. Idiomas y saberes, ciudad y selva, citadinos e indígenas configuran un espacio de encuentro y contacto que revela las semejanzas y diferencias entre los tres países suramericanos. “La música en portugués y español, proveniente de los bares, se mezcla con el canto de los pájaros que atraviesan las dos ciudades. Personas de distintas culturas cruzan diariamente las avenidas de Leticia y Tabatinga, interactuando con los vendedores ambulantes que se multiplican en las calles próximas al puerto”, dice Maya Da-Rin.
Si bien en el documental se puede percibir nostalgia por el pasado en la voz de los indígenas, y aunque intente minimizar el contacto de la cultura occidental globalizada sobre los pueblos indígenas, la realizadora afirma que los nativos están ávidos de relación e intercambio. Durante la grabación, Da-Rin y su equipo conocieron a Eware, un grupo de músicos tikunas de la aldea Umariaçu, que viven cerca a Tabatinga.
Eware, que crea composiciones propias con ritmos de tecno-brega, forro y balada, cantadas en la lengua tikuna y tocadas con guitarra, teclado e instrumentos tradicionales indígenas, es un éxito en la región. “Fue muy impactante percibir cómo los pueblos de la Amazonía se están alimentando de la cultura contemporánea para crear algo completamente nuevo, a partir de una formulación propia”, argumenta la joven directora. “Es claro que en ese proceso muchas cosas se pierden, como sucede con todas las culturas en el proceso de globalización”. La identidad de los pueblos del Amazonas se construye en un proceso de ida y vuelta, donde el pasado dialoga con el presente.
Terras, que ha participado en más de 30 festivales internacionales de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, se estará presentando del 22 al 24 de agosto, a las 12:30 p.m., en la Cinemateca Distrital de Bogotá. El documental invita al espectador ajeno a la realidad del Amazonas a mirar más allá de las fronteras para intentar ver aquello que no se revela a primera vista. “Los puntos de contacto con lo diferente son espacios siempre fértiles”, comenta Da-Rin. “Y creo que es en ese lugar de paso, de encuentro y construcción de nuevos territorios, donde se forja el lenguaje cinematográfico”.
Paula Santana | Elespectador.com
