Los barranquilleros Salomé Camargo y Dylan Fuentes fueron recibidos ayer en su ciudad natal como unos ganadores.

Su llegada estaba prevista para las 2:30 p.m., sin embargo, solo hasta las 3:10 p.m. aterrizó el avión que cubría la ruta Bogotá – Barranquilla.

Una multitud, con pancartas, afiches, pitos y gritos, los esperó impacientemente para darles la bienvenida que se merecían por haber dejado en alto el nombre de su ciudad. Los finalistas de El Factor Xs también fueron recibidos en el aeropuerto por los reyes del Carnaval de los Niños 2012, Vanessa y Armando.

Fue tanta la euforia de chicos y grandes, que los talentosos cantantes tuvieron que ser sacados por otra entrada y bajo custodia policial, que cabe anotar fue muy escasa.

Ambos participantes se sorprendieron con el recibimiento y expresaron sentirse muy felices por estar de regreso a su tierra. “No pensé que iba a ver tanta gente. Cuando me bajé del avión las personas comenzaron a decirme que afuera nos estaban esperando muchas personas. Al escuchar que coreaban mi nombre sentí que me dio algo (risas)”, expresó Salomé.

Por su parte, Dylan señaló que “sentí mucha emoción y me puse más feliz de lo que estaba. Es bonito saber que en Barranquilla también te apoyan”.

La pequeña Salomé habló un poco sobre su participación en el reality y anotó que “no pensé que iba a llegar tan lejos, pero gracias a Dios llegué y estoy muy feliz que haya ganado Shaira, porque también se lo merecía. Fue sin duda una experiencia muy bonita y lo que más me gustó fueron los asesores, el escenario y las canciones que interpreté”.

El representante del género urbano también añadió que lo que más le gustó fue conocer a su amigo Nicolás, a Juanita, Coronel y a todo el equipo del programa.

Luego de saludar a familiares y amigos, Salomé y Dylan subieron al carro de bomberos y en caravana recorrieron la ciudad, recibiendo por todo el camino elogios por parte de sus seguidores. Finalmente llegaron al Centro Comercial Palmas Mall donde se unieron a la Twitteraton.

Por Brenda Romero Martínez/El Heraldo