Caracas, (PL) Venezuela rechazó hoy «de forma categórica y contundente» el informe de derechos humanos presentado por el Departamento norteamericano de Estado y en particular el capítulo referido a esta nación suramericana.
Un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que la divulgación de estos documentos unilaterales constituye «una práctica recurrente, ilegítima y desprovista de valor jurídico, que solo refleja la vocación imperialista» de Washington.
De acuerdo con la nota, ese texto revela también la incapacidad del país norteño para establecer relaciones de respeto mutuo con otras naciones soberanas.
La política de promoción y protección integral de los derechos humanos desarrollada por Venezuela ha sido reconocida en el Informe del Grupo de Trabajo sobre el Mecanismo de Examen Periódico Universal adoptado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en marzo último, recordó la cancillería.
Según la fuente, el Gobierno de este país demostró allí su compromiso pleno con el fortalecimiento del Sistema Nacional de Derechos Humanos que, «por mandato constitucional, requiere el concurso de todos los poderes del Estado y del pueblo democráticamente organizado».
Resulta escandaloso que el gobierno norteamericano aspire a erigirse en juez planetario en la materia, al tiempo que no acepta la mayor parte de los instrumentos del Sistema Universal de promoción y protección de derechos humanos, ni sus mecanismos de supervisión y control, indicó.
Calificó de irresponsables las afirmaciones contenidas en ese informe y refirió que constituyen «un irrespeto a la vocación democrática del pueblo venezolano, una injerencia inaceptable en los asuntos internos y un ataque hacia procesos electorales que son la máxima expresión de la soberanía del pueblo».
La administración de esta nación suramericana reiteró que estos actos de agresión «no pueden sino deteriorar las ya mermadas relaciones bilaterales y constituyen un obstáculo infranqueable para un diálogo político respetuoso».
El informe divulgado este jueves por el Departamento de Estado, que pretende evaluar de forma unilateral la situación de derechos humanos en el mundo, aludió, entre otros aspectos, a un supuesto hostigamiento del gobierno contra la prensa en Venezuela.
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