
Aunque no es una tecnología muy antigua y evolucionó cuando ya Internet daba sus primeros pasos, Minitel sucumbió ante la Web porque no fue capaz de sostener el paso vertiginoso de la red mundial.
Minitel, una tecnología francesa pionera que se desarrolló en los años ochenta y que se popularizó en los noventa gracias, en buena parte, a los foros para adultos y otros sitios de contactos, dejó oficialmente de funcionar el pasado fin de semana, desplazada por la apabullante democratización de Internet.
El pequeño terminal similar a un ordenador beige de aspecto “vintage” con teclado y pantalla incorporadas y conectadas a un teléfono, supuso un avance tecnológico que marcó a toda una generación en Francia, un orgullo telemático nacional que no supo seducir al público internacional para competir con Internet.
Pionero, pero obsoleto
Treinta años después, ese hermano mayor de la web que llevó la batuta en los primeros compases de la digitalización en Francia e inició a los hogares y a las empresas francesas en el mundo de los servicios virtuales, se ha doblegado ante la evidencia de su obsolescencia.
Casi desconocido fuera de Francia, salvo por sus vecinos belgas, el Minitel era un dispositivo simplificado al máximo para resultar accesible a un público más amplio que resultaba un híbrido entre un primitivo internet y los servicios de teletexto.
El usuario introducía un código numérico seguido de varias letras para conectarse a una página y pagar en función del tiempo de visita a través de una pantalla pixelada en la que podían reservar billetes de tren o de avión, consultar sus cuentas bancarias u horóscopos y, sobre todo, introducirse en páginas de contactos y encuentros sexuales como “3615 Ulla”, una de las más populares.
Al comienzo fue el éxito
La aventura del Minitel nació en los laboratorios de France Télécom, allá por la década de los setenta del pasado siglo, en los tiempos en los que Valery Giscard d’Estaing era el inquilino del Palacio del Elíseo, el fabricante automovilístico Peugeot tomaba las riendas de Citröen y la píldora del día después se despachaba en las farmacias francesas. El sistema despegó definitivamente en 1982.
Minitel vivió su apogeo hacia 1996, cuando hasta nueve millones de hogares y empresas en Francia disponían de un terminal a través del que 25 millones de usuarios disfrutaban de los 26.000 servicios que ofrecían 10.000 operadores.
“La panadera de Aubervilliers sabe perfectamente pedir información a su banco por Minitel, mientras que la panadera de Nueva York es incapaz de hacerlo”, decía en 1997 el entonces presidente francés, Jacques Chirac, para defender una tecnología “made in France” que ya se veía amenazada por la democratización de las páginas web.
El sistema llegó a generar un volumen de negocios de 1.200 millones de dólares al año, pero cayó hasta casi 38 millones de dólares de facturación en 2010. Pasó de 90 millones de horas de conexión al año, a solo 1,5 millones, por lo que se programó su desaparición en septiembre de 2011, aunque se fue retrasando hasta la media noche del 30 de junio de 2012, hora en que ocurrió su desconexión definitiva.
Publicada porEFE/Vanguardiavalledupar
