Por José Atuesta Mindiola*
Los jóvenes que en la década de 1960 pertenecíamos a la cofradía de estudiantes de la Escuela Industrial recordamos al insigne maestro José Eugenio Martínez, que en algunas clases nos leía sus artículos publicados por el periódico El Informador de Santa Marta. El profesor “Yeño”, como cariñosamente le llamaban, era un maestro integral, su experiencia de lector y orador le permitían abordar diferentes saberes con dominio y exquisitez; sus aéreas de enseñanzas preferidas eran la historia, la cívica y la lengua castellana.
Con motivo de los actos de celebración de los cien años de nacimiento del distinguido educador (12 de agosto de 2012), uno de sus hijos, nos hizo llegar la copia de una carta del 25 de agosto de 1965, que éste le envió al presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Jhonson, solicitando dotación de maquinarias: “ …Los estudiantes de una institución técnica que se capacitarán para la defensa futura de sus vidas con un título lucrativo, por cuanto serán profesionales de la mecánica, de la ebanistería y de la fundición; queremos aprovechar la feliz oportunidad de expresar a usted señor Presidente nuestros sentimientos de solidaridad americana y las necesidades de la Escuela Industrial que consecuente con la Alianza para el Progreso, le merecerán una distinción especial… Necesitamos señor Presidente una ayuda efectiva para que esta Escuela Industrial que carece de elementos mecánicos que sirvan de adiestramientos en el difícil ejercicio de nuestras disciplinas, tanto en el orden mecánico como artesanal. Sabemos muy bien que problemas de toda índole se agolpan en su cerebro de mandatario que tiene la responsabilidad de buena parte del universo, pero también tenemos la convicción profunda de que nuestra demanda justiciera será oída por usted”.
La respuesta de la Embajada Americana en Colombia, tiene fecha de septiembre 29 de 1965, se limitó a decir que fue recibida y enviada el señor Presidente. Pero de ayuda, nada.
La escasez de maquinarias para los talleres ha sido uno de los problemas a través de la historia de esta institución Técnica, que fue creada en 1939, como Escuela de Artes y Oficios, luego es erigida Escuela Industrial y hoy Institución Educativa Técnica Industrial Pedro castro Monsalvo (Instpecam). La preocupación expuesta por el recordado profesor José Eugenio Martínez, ha sido una constante en todos los profesores técnicos. Y lo lamentable es la sensación de indiferencia del gobierno.
El próximo mes de septiembre el Instpecam cumplirá 73 años de vida institucional, y son muchas las necesidades que merecen el apoyo decidido de las autoridades locales y nacionales. Es inadmisible que no haya un aula múltiple para los actos en comunidad y reuniones de padres de familia. Es urgente la recuperación de la cancha de futbol; el gobernador anterior proyectaba construir un auditorio para La Institución como regalo de los 70 años y se tomó el espacio de la cancha, y todo quedó en proyecto. Es inaplazable la adecuación y la dotación de las dos aulas de audiovisuales. Las aulas de laboratorio de Física y Química fueron construidas en 1978, y son pocas las modificaciones realizadas. La biblioteca, como la de todos los colegios de dos jornadas en Valledupar, de doce horas de clase diaria, únicamente presta servicio ocho horas porque sólo trabaja un funcionario.
*José Atuesta Mindiola/El Pilón

