El reconocido físico y futurólogo Michio Kaku estuvo de paso por Colombia y habló de cómo será el mundo en unos 20 años.

Sin necesidad de utilizar una bola de cristal, Michio Kaku ha vaticinado la llegada de tecnológicas que han cambiado el estilo de vida de las personas. En 1996, en su libro ‘Visiones’, este físico estadounidense habló de la aparición de ordenadores sumamente delgados que llegarían para remplazar al papel, una visión premonitoria de lo que hoy son las tabletas.

La aparición de electrodomésticos inteligentes que responden a los sentidos y de etiquetas que llevan consigo la información y localización de objetos fueron otras de las predicciones que hizo Kaku hace 16 años y que empresas de tecnología han hecho realidad en el mercado actual.

La clave de Kaku, a la hora de vaticinar el futuro, ha estado en el contacto que ha sostenido con los científicos e investigadores que dedican sus minutos y horas al desarrollo de nuevas tecnologías. A esto se suma una hoja de vida y académica impecable dedicada a la física, en especial al estudio de la Teoría de Cuerdas.

Este visionario, que carga la sabiduría de un físico de 65 años de descendencia japonesa, estuvo en Colombia en el marco del Congreso de Andicom para hablar de cómo será el mundo tecnológico en 20 años, predicciones que aparecen condensadas en su libro ‘La física del futuro’.

DENTRO DE 20 AÑOS…

Chips por centavos: la gran predicción de Kaku es que los chips valdrán centavos, lo que expandirá las posibilidades de tener todos los artefactos inteligentes, desde las paredes hasta los inodoros.

Internet, en un abrir y cerrar de ojos: Con solo parpadear, las personas podrán conectarse a Internet a través de lentes de contacto. Con esta tecnología será posible hasta conocer la biografía o datos personales de una persona desconocida.

Los computadores desaparecerán: Kaku afirma que el único lugar donde estarán los computadores será en los museos. Toda la información estará en la nube al alcance de la mano o de un lente de contacto.

No más conductores: El carro del futuro se conducirá por sí mismo y solo se necesitará un sistema GPS. Con esto, no importará si las personas se quedan dormidas o si se distraen.

Baños anticáncer: los inodoros del futuro tendrán chips que permitirán detectar el cáncer 10 años antes de que se desarrolle el tumor, lo que podría evitar cientos de muertes.

Médicos en casa: en las paredes de las casas será posible acceder a un médico virtual, que podrá responder todas las preguntas de los pacientes. Como los chips serán muy baratos, Kaku augura que este tipo de servicios podrán ser en algún punto en el futuro de forma gratuita.

Celulares remplazarán dinero: las personas no tendrán que usar billetes, sino teléfonos móviles para pagar sus cuentas. De hecho, esto está pasando en algunos países donde se usan como tarjetas de crédito. Los teléfonos también se podrán desplegar como hojas de papel para que las personas puedan leer y escribir de forma más cómoda.

Cuerpos renovados: todos los órganos del cuerpo se podrán clonar y remplazar, con excepción del cerebro, que seguirá siendo complejo aun en el próximo siglo. Sin embargo, se podrán inyectar células madre en el cerebro para que las personas aprendan habilidades para, por ejemplo, montar bicicleta.

LOS RIESGOS

“Toda tecnología tiene su riesgo”, afirma el físico teórico. Uno de los que alcanza a evidenciar está asociado a la privacidad, porque información confidencial o financiera podría estar al alcance de criminales, tal y como sucede hoy con Internet, donde las personas deben navegar con ciertas precauciones.

Sin embargo, Kaku explica que para evitar estos riesgos es necesario preparar a las personas y crear software más resistente que puedan responder a estos ataques. No obstante, insiste en que la clave no está en resistirse a la tecnología, sino en que las personas se formen para que le saquen el mayor provecho a la ciencia y sean generadores de desarrollo en sus países.

Precisamente, un riesgo que salta a la vista de Kaku es que los gobiernos no quieran adaptarse a los cambios que exigen las nuevas tecnologías. El físico puso como ejemplo Corea del Norte y Arabia Saudita, que se han resistido a la tecnología por años.

En el caso de Arabia Saudita, aunque son ricos en petróleo, su recurso humano más joven no está siendo capacitado para que responda a las exigencias del mundo tecnológico y sean generadores de empleo, lo que los pone en riesgo cuando se acabe el petróleo.

Según Kaku, la clave está en los niños que siempre están abiertos a los cambios y a aprender cosas nuevas. Pero también en los gobiernos que deben convertirse en promotores de las empresas que desarrollan nuevas tecnologías, porque las naciones que se dedican solo a la agricultura y a la explotación de recursos naturales están destinadas a tener una economía en decadencia.

Michio Kaku es considerado una autoridad en el campo de la física teórica. De padres japoneses, nació el 24 de enero de 1947 en San José, California, Estados Unidos. Su ingenio salió a flote a los 17 años, cuando construyó un colisionador de átomos en el garaje de sus padres con la intención de crear antimateria como proyecto de ciencias para su colegio.

El resultado fue una máquina que produjo un campo magnético 20.000 veces más potente que el campo magnético de la Tierra y que, por supuesto, llamó la atención en el mundo científico. Gracias a aquel despliegue de talento, el físico Edward Teller se fijó en él, y le consiguió una beca de cuatro años para estudiar en Harvard.

Kaku se graduó de la Universidad de Harvard con un título de ciencia en 1968 y alcanzó el primer lugar en su clase de física. En 1972 obtuvo el doctorado en Física del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de la Universidad de California.

Este físico es famoso por su aparición en numerosos programas televisivos de la BBC, Discovery Channel y SyFy Channel, así como sus programas de radio Science Fantastic y Explorations in Science with Dr. Michio Kaku.

De igual forma, es autor de numerosas obras sobre el mundo de la física, algunas de ellas traducidos al castellano: ‘La energía nuclear’ (1986), ‘Visiones’ (1998), ‘Hiperespacio’ (2001), ‘El universo de Einstein’ (2005) y ‘Universos paralelos’ (2008).