Se han preguntado ¿Qué es? ¿Con qué se come? ¿Es un anglicismo? ¿Es la letra de una canción? ¿El nombre de alguna yerba o ají? ¿Algún término jurídico? ¿Es una nueva cantante colombiana?
El rigor de la “Payola” lo comencé a notar en Bogotá en 1993 como director de Radio de la Cadena Todelar en el plan de revisión estratégica del rating y las causas de las metas inalcanzables de audiencia. Hice mis propias deducciones. Observando el ambiente y el lenguaje de disqueras, promotores de artistas, programadores y símiles, podríamos acercar el significado a: Pa´-yo- la-…platica o la mesada. Bien podría ser, la comisión por una gestión contraprestacional para que la música objetivo suene con intensidad en las Emisoras. Así se consuma y se compre.
Confirmé personalmente de la existencia de la “Payola” en el ejercicio como Jefe de Prensa y Promoción en países como Venezuela, Perú y Ecuador. Esta modalidad era un mal latente que tomaba fuerza.
Igual más de un siglo atrás, en 1880 ya la “Payola” en el mundo, comenzaba en los Estados Unidos de Norte América como un simple pago a los pianistas profesionales para que incluyeran una obra artística y/o literaria en su repertorio y de esta forma vender mas tablaturas, las que hoy llamamos fonogramas. Apenas se iniciaba el preámbulo para la existencia de la radio. Y La palabra “Payola” se escuchó por primera vez en 1938, cuando se culpó a los programadores de radio y a los locutores de recibirla. ¡O sea que la cosa tiene sus años!
Para retomar, en Bogotá iniciamos labores de radio competitiva y comenzamos por evaluar las emisoras de la región. ¿Por qué su rating real? Los contenidos en interacción con la zona y sus gustos, la idoneidad del personal responsable y los resultados financieros. Ante esto nos encontramos con situaciones aberrantes que comprometían la sintonía y el propósito de una Empresa de Radio. Se querían imponer “a la fuerza”, discos nuevos por dinero, algunos de deficiente calidad y en donde las Empresas Discográficas y uno que otro cantante disponían sus objetivos musicales a costa de estos pagos y/o prebendas bajo la mesa. Lo que bien podría llamarse soborno o “prestarse al juego”.
No se sabe si la responsabilidad es de quien da o de quien recibe. Un flagelo de retroalimentación progresiva. Es algo que a lo largo de estas décadas se volvió lo más denigrante para la sana competencia y el vulgar alimento para la incompetencia.
Así “La Payola” fue una palabra que fue brotando especialmente de las entrañas de algunos programadores y directores de las emisoras musicales de radio, contaminando así a otros Medios y aparentemente a espaldas de la administración de las Empresas. O en otras palabras las gerencias eran muy distanciadas de la situación. Quizá por un ambiente de quisquilla o cautela.
Pero llamaba la atención el manejo a oídas que se le daba a este tema de la “Payola” desde su multiplicación. Circulaba un cuchicheo entre el dador, el acreedor, quienes avistaban tímidamente el “negocio” y los cómplices afines o desatendidos de la situación. Todos sabían; pero nadie sostenía. Se volvió en una bola de nieve o círculo vicioso con hermetismo; pero esto se nacionalizó e internacionalizó. “La Payola” se trata de algo que debería estar tipificado con castigos severos por parte de la justicia por tratarse de aprovechamientos fuera del contexto institucional legal, aunque se sepa y se hagan los de la vista gorda.
Destaco que para haber tomado este tema hubo la motivación desde un texto documental que he desarrollado investigativamente sobre la historia de la Radio en Colombia, citando experiencias personales durante 30 años en los Medios, permitiéndome ser testigo de situaciones diversas y sopesar lo intríngulis del escenario mediático, matizando con entrevistas a personajes como Antonio Pardo García, Blanca Luz Holguín, Fernando Franco, Joaquín Marino López, Guillermo García, Bernardo Tobón, Efraín Páez, entre otros.
Es como en un capítulo del libro hago énfasis en la corrupción mediática, primando el tema de “La Payola”, “El Periodismo Político vendido”, “Las influencias y conveniencias personales”, etc. Una meticulosa radiografía de lo que se teje fuera del aire con los conceptos propios de productores y de quienes han ayudado a construir la buena radio.
Reiteramos pues, que “La Payola” es un sinónimo del favorecimiento “a costillas” de los artistas y disqueras que en su afán de “sonar su música”, tienen que hacer sonar primero la chequera; es decir aquí a todo se le pone su precio. Eso se llama “Payola”. Complicado es descifrar la diferencia que puede hacerse frente a un soborno o porque no, a una forma de extorsión. Aunque en términos de la justicia estas comparaciones pueden ser discutibles porque el soborno se aplica cuando un funcionario público facilita su cargo a cambio de dinero, obsequios, etc., sin que eso comprometa a su salario, y la extorsión es quitar algo por la fuerza ya sea con amenazas, violencia, etc.
¿Cuál es entonces la procedencia de esta disonante palabra?
Payola: Palabra de origen anglosajón, con raíces norteamericanas empleada por primera vez en 1938 por la revista de entretenimiento Variety. Hay dos teorías del origen etimológico, la primera que viene de “pay” (pago) y “Victrola” (vellonera); y la otra que nace por una moda que tenía la revista antes citada, de terminar las palabras en “ola”; si la palabra era “juice” (jugo) decían “juiceola” (jugola). Definitivamente es un pago fuera de normas o la legalidad que represente una compañía de Medios. Su fonética podría derivares de la traducción al inglés de un pago extralegal que es: Pay off law.
Entonces “La Payola” es: El pago no declarado y fuera de la ley que se realiza para lograr que se privilegie la divulgación de una o varias obras musicales o Fonogramas en los medios de comunicación con relación a las demás“. Así los empleados usan la Empresa para provecho unipersonal y no declaran sus beneficios haciendo uso y usufructo de los bienes ajenos. Se desestima el salario que se percibe por los servicios profesionales o por lo que fue en común acuerdo contratado.
Por ser un tema que reúne fácilmente un ilícito es considerable que deben revisarse las gestiones que ha hecho la justicia colombiana al respecto con relación a la aplicabilidad de las políticas públicas en otros países.
Necesario se hace que nos documentemos para hacer seguimiento por el bien de los artistas y el patrimonio cultural de la nación y sobre las tareas correlacionadas y los pronunciamientos de los Ministerios de la Cultura y de Comunicaciones; al igual que las agremiaciones e instituciones que comprometen a los profesionales de la música con relación al tratamiento que se le da a la “Payola” y a los “Payoleros”.
¿Qué proyectos de Ley hay en curso? ¿Cuál es la posición del Congreso de la República? ¿Qué piensan los gerentes y presidentes de los Medios en algo que directamente les afecta como es la Payola? ¿Realmente esto se ha contrarrestado y se la ha dado trato justo al tema con las sanciones respectivas?
Sabemos que hace poco se generó una controversia nacional y señalamientos severos con intervenciones hasta del Ministerio del Interior, frente a los mecanismos administrativos de la Sociedad de Autores y Compositores –Sayco- provocando la salida de su gerente en especial; además un aprovisionamiento de mecanismos de investigación, control y reformas; pero aun no se ha consolidado el beneficio real que esto trajo a los compositores, su voz no la hemos escuchado en contundencia. Y esto se dio porque una emisora de radio internacional con su Director a la cabeza, emprendieron la campaña por sacar a la luz e intervenir por parte del Estado en las presuntas irregularidades administrativas y los atropellos cometidos contra los compositores y los desorbitados cobros a la industria y el comercio por el concepto del uso de obras musicales. Presumiéndose por esto, enriquecimiento desmedido sin control ni justificaciones.
Bien podría hacerse una réplica con este candente tema. Hacer una cruzada para desmontar estas fuertes estructuras que bien podrían generar, si no se está maquinando, un sistema analógico en el panorama virtual.
En el trasegar por los Medios se ha tenido la oportunidad de encontrar a muchos talentos, artistas barriales, voces innatas que tocan el sentimiento sin máscaras, gente luchadora por querer que su disco grabado con esfuerzos, hasta vendiendo todo a su haber para producirlo, lo ubiquen en un listado de programación sin tener que pagarle al bribón programador o simplemente tener que darle un “regalito”. Pero con todo y eso, han salido de sus bolsillos, porque toca, según ellos (no estoy de acuerdo), prebendas, enceres, onerosos regalos, invitaciones, tiquetes, ropa, patrocinios a fiestas, y hasta vehículos. ¡Qué Vaina!
¿Cómo se define la “Payola” en otros países?
En Estados Unidos es la violación del acta federal de comunicaciones, en donde grabaciones de fonogramas son comunicadas el público a través de la radio a cambio de regalos, dádivas de cierto valor pecuniario (dinero, drogas, carros, prostitutas, etc.) o algún tipo de servicio sin previamente haberle avisado al público que ese era un espacio pagado.
La Secretaría de Estado de Cultura de la República Dominicana está trabajando en un anteproyecto de ley que busca regular la práctica de la Payola, proeza que marca un nuevo punto de partida en la controversial discusión de la materia y hasta qué punto la Ley ampara a los autores dominicanos de estas prácticas de competencia desleal. Aquí no existía una legislación contra el soborno comercial o la competencia desleal que era la forma como se castigaba la Payola en los Estados Unidos antes de 1960.
Igual se sabe que la practica de la “Payola” se hizo muy común no sólo en Latinoamérica sino que se extendió a otros países europeos y en donde las legislaciones tratan de contrarrestar todos los indicios desmedidos que sobretodo arriesguen los derechos culturales y artísticos de los pueblos. Puede suceder que el talento por no someterse a estos procesos para su plena difusión, determine cerrar su expansión o simplemente cambiarse a actividades que representen mejor calidad de vida y fácil acceso al mercado, sin trampas, tropiezos y un precio establecido en medio del poder.
Como una reflexión, no es de ignorar el inmenso semillero existente de cantantes, músicos, autores y compositores que van en la carrera por el triunfo y que sus obras sean de una u otra manera reconocidas para así poder tomar su arte como elemento de subsistencia propia y de sus familias; pero también debemos ser realistas que para surgir hay que reunir contundentes condiciones que acuñen el camino y la exposición de su obra como la originalidad, la calidad interpretativa, las herramientas y técnicas, los recursos para la inversión de la producción y la promocional. Grabar la música, adquirir vestuarios, componentes de acompañamiento para su buena presentación. Y esencialmente, la oportunidad, la que hay que salir a buscar con firmeza, honradez y compromiso.
Pero viene la pregunta ¿cómo, cuándo y bajo que condiciones se llega a las Emisoras y demás Medios para mostrar su talento? Es ahí el momento de mostrar un nivel diferenciador frente a tantos artistas que quieren tener un espacio en la programación de la Emisora o en el Programa de Televisión, o en ese pequeño lugar en las revistas y periódicos.
Es entendible entonces que no hay programador, periodista o presentador que no mire primero las posibilidades de aceptación del artista y que fácilmente se resista a un “éxito”, el que se cosecha con la calidad del verdadero talento que junto al carácter y la honestidad neutralizan cualquier foco de “Payola”.
Luis Antonio Gómez López Periodista-Compositor luisantoniogomezlopez@hotmail.com Follow @portalvallenato
LA PAYOLA, solo puedo decir que en Valledupar existe, ya que se comenta entre los artistas pobres que en la radio no se le da la oportunidad de que conozcan sus grabaciones por no tener los millones que les piden para que difundan atreves de la radio sus grabaciones.
Como seguidor de la muerte lenta de nuestro folklor genuino la madre del vallenato, veo con asombro y terror que grabaciones que hacen ACORDEONEROS Y REYES, pasen a la historia como cosas inservibles, si alguien conoce de vallenato que revisen la grabaciones que hizo el GORDO RODRÍGUEZ, en homenaje a su hermano HERNÁN RODRÍGUEZ, donde los acordeoneros son puro reyes vallenatos y solamente se interpreta el vallenato por los instrumentos y no por los vocalistas que lo hacen muy bien entre otras cosas, los otros casos, para decir algo mas, son las grabaciones de los reyes vallenatos ALMES GRANADO y CHEMAS RAMOS el viejo, que tampoco se escucharon en la radio de Valledupar, quiero resaltar que es lo único que se ha agravado en los últimos tiempos que en realidad guardan algo de la esencia del vallenato.
Por todo lo anterior comparto todo lo de este articulo y que se desmascaren los todos programadores de vallenatos de emisoras y se les castigue con el peso de la ley por el gran daño que le están haciendo al folklor vallenato, al desconocer las raíces del vallenato que si no fuera así no nos conocieran y lo peor del caso ellos no tendrían de que vivir.
“Se querían imponer “a la fuerza”, discos nuevos por dinero, algunos de deficiente calidad y en donde las Empresas Discográficas y uno que otro cantante disponían sus objetivos musicales a costa de estos pagos y/o prebendas bajo la mesa. Lo que bien podría llamarse soborno o “prestarse al juego”.
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