Por Pedro Rioseco

Quito, 26 sep (PL) Para el presidente recién electo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana «Benjamín Carrión» (CCE), Raúl Pérez Torres, su mayor reto es democratizar la institución y que el pueblo la haga suya con amor, inteligencia, ternura y creación.

En su amplio despacho, frente al histórico parque capitalino donde quemaron el 28 de enero de 1912 al líder de la Revolución Liberal, Eloy Alfaro, el nuevo presidente de la CCE y reconocido escritor e intelectual ecuatoriano es entrevistado por Prensa Latina.

Creo que este es un momento histórico importante no solo en Ecuador, sino en América Latina, afirmó Pérez para quien lo que sucede en varios países de América Latina constituye un ejemplo del nuevo rostro que el Héroe Nacional cubano José Martí anunciaba de Nuestra América.

Hemos conocido al monstruo por dentro, dijo, están surgiendo cosas muy importantes en relación con la democratización de los espacios culturales, institucionales, y consideró un desafío entrar de nuevo a presidir una institución que ha sido emblemática en el país.

Creada luego de la guerra con Perú en 1941, por intereses del petróleo, recordó Pérez, esta Casa se ha erigido como una esperanza no solo de la cultura, y estos últimos ocho años, consideró ha estado enferma grave, casi muerta. Ese es el desafío, recalcó.

El objetivo es hacerla visible en todas las formas de la cultura e identidad pluriétnica y pluricultural del país, puntualizó, tras enfatizar la gran responsabilidad de propiciar el encuentro, discusión, y reflexión de todo el pensamiento ecuatoriano.

La diferencia que tiene la Casa con otras instituciones o ministerios, explicó, es que aquí podremos reflexionar en libertad con la derecha más recalcitrante o la izquierda más extremista, y en un proceso de pensamiento vivo articular lo que necesita nuestra Patria.

Destacó el nuevo rostro de América Latina, que está, precisó, en contra del neocolonialismo que absorbió nuestras culturas e intereses durante tantos años en un capitalismo deshumanizado y contrario a los intereses de nuestros pueblos.

Carlos Marx decía que cultura es toda la producción de la tierra, y ahora que hemos viajado por las provincias y rincones de Ecuador sabemos que no tenemos que llevar cultura allí porque es esa cultura viva la que hay que traer a la capital, señaló el presidente de la CCE.

Eso es lo que va a dar fuerza a nuestra identidad multifacética y única, enfatizó Pérez luego de comentar que a un ecuatoriano se reconoce en cualquier país, porque hay características especiales que son culturales y atraviesan todo género de comportamiento.

Cualquier gran obra o infraestructura que hagamos, debe tener en cuenta que es para el servicio del hombre, la mujer, del niño, por eso es tan importante ese nuevo humanismo que está caminando por América Latina y principalmente dentro de la Revolución Ciudadana, recalcó.

Esta Casa tiene que ser la expresión de esa reafirmación de la identidad, aseveró Pérez. Queremos, agregó, que aquí se reflexione desde todos los géneros y en los 23 núcleos provinciales hay gran infraestructura para actividades, unas mejores que otras.

Queremos establecer redes de libros, bibliotecas, eventos culturales, y llevar al interior del país grandes personalidades, como el pensador francés René Moran que vendrá a fines de noviembre a Quito para el décimo aniversario de la Capilla del Hombre, anunció.

En nuestros recientes viajes por el país hemos visto deslumbrados cómo está creciendo la Universidad de las Artes en Guayaquil; la Universidad de las Ciencias Vivas, en ese laboratorio del mundo que es la Amazonía; y la Universidad Pedagógica en Cañar, señaló.

En cuanto a la proyección internacional de la Casa, consideró es muy importante, pero primero en Nuestra América, aclaró.

Recordó que cuando fue anteriormente presidente de la CCE, del 2000 al 2004, había núcleos en Madrid, Barcelona, Nueva York y en Génova, y consideró necesario volver a hacer esas extensiones porque hay muchos ecuatorianos que viven fuera del país.

El cordón umbilical más profundo, sensible, que tiene el ser humano es su cultura, recalcó. Por ello en donde quiera que vivan los ecuatorianos debe expresarse su cultura, porque la globalización también ha abierto grandes espacios.

De la misma manera que ha arrasado con culturas, se van formando otras que también tienen mucho que ver con las nuevas tecnologías, la ciencia y su avance vertiginoso, y, aunque parezca paradójico, nos permiten reafirmar nuestras culturas, afirmó Pérez.

Siempre he dicho, apuntó, que si damos a un niño una computadora sin acompañarla del ejercicio ético y moral, esa computadora se vuelve perversa. Pero si le damos lo anterior, estamos creándole la necesidad del conocimiento humanista, y entonces es positivo.

Apoyó los preparativos de la Fundación Guayasamín, de la cual es parte como miembro de honor, para el décimo aniversario de la inauguración el 29 de noviembre de 2002 de la Capilla del Hombre y la cuarta edición del concierto Todas las voces, todas.

En anteriores conciertos, recordó Pérez, escuchamos a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, junto a muchos otros, y será un gusto conocer a los nuevos cantantes en América que siguen la posta de lo ocurrido en Cuba que sigue significando un ejemplo para nosotros.