Bogotá, 18 oct (PL) El municipio colombiano de Arauquita, fronterizo con Venezuela, uno de los más castigados por el conflicto armado, decidió sumarse con una jornada de convivencia pacífica a la mesa de diálogo que gobierno y guerrilla instalarán hoy en Oslo, Noruega.

El alcalde de la ciudad, José Díaz, declaró la víspera Día Cívico para respaldar la andadura de un proceso, en el cual esa localidad del nororiente colombiano se propuso marcar pauta convirtiéndolo durante 24 horas en territorio de reconciliación y no violencia.

Queremos ser los primeros en adelantarlo, declaró Díaz al convocar a los pobladores a una reunión de reflexión y oración, en el Centro de Convivencia Ciudadana, para saludar el comienzo de las conversaciones entre los equipos negociadores del gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Los habitantes de la localidad vistieron camisas o camisetas de franela blanca, izaron la bandera de la paz en sus casas e instituciones, y cambiaron el saludo de buenos días por la frase «estar disponibles para apoyar los diálogos de paz».

La paz es una esperanza y un anhelo de toda la sociedad, argumentó Díaz, y Arauquita se viene proyectando como verdadero territorio de paz desde enero de 2012, a pesar de que la región vive en medio de un conflicto armado desde hace casi 50 años, con honda repercusión en la sociedad civil.

Frente a ello, hemos antepuesto acciones de paz y conciliación, añadió.

Mientras, en Oslo, los equipos negociadores de ambas partes se relacionaron la víspera por primera vez entre sí, al calor de una reunión prelimiar concertada en las cercanías de esa ciudad, bajo el resguardo de Noruega, uno de los países garantes.

En ella los grupos negociadores y sus jefes respectivos -Humberto de la Calle, por el gobierno colombiano, e Ivan Márquez por las FAR-EP-, definieron asuntos de logística y contenido que marcarán el rumbo de las conversaciones y próximos acuerdos en La Habana, Cuba.