La Habana, 18 nov (PL) El 4 de septiembre el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció el cercano inicio del diálogo de paz entre su Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Ese mismo día, desde La Habana, las guerrillas ratificaron que luego de meses de reuniones exploratorias suscribieron el denominado Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
Dicho texto, firmado el 26 agosto en esta capital, consta de una agenda de cinco puntos de los cuales el primero a analizar a partir de mañana es el desarrollo rural pues, según las FARC-EP, el tema de la tierra es el principal problema de Colombia.
Los otros acápites a analizar son las garantías del ejercicio de oposición política y participación ciudadana, fin del conflicto armado, solución al problema de las drogas ilícitas y derechos de las víctimas.
A partir del anuncio, ambas partes comenzaron a delinear el camino para el inicio del diálogo de paz, que sería el 15 de noviembre en esta capital, sede permanente de las conversaciones.
Santos anunció el 5 de septiembre los nombres de la comisión para las pláticas con las FARC-EP: el ex vicepresidente y exministro del Interior Humberto de la Calle, el general Oscar Naranjo, exdirector de la policía y el general en retiro del ejército y excomandante de las fuerzas militares Jorge Enrique Mora Rangel.
En tanto, las FARC-EP presentaron el 14 de septiembre a cinco integrantes plenipotenciarios de la comisión que las representará: Iván Márquez, Marcos Calarcá, Andrés París, Rodrigo Granda y Simón Trinidad (este último preso en Estados Unidos).
El 16 de octubre las FARC-EP ratificaron el ingreso de la guerrillera Tanja Nijmeijer a la delegación que participará en la mesa de diálogo con el gobierno colombiano.
Jaime Avendaño, delegado del presidente Juan Manuel Santos para los diálogos de paz, confirmó plenamente, a nombre del gobierno, el derecho de Alexandra (Nijmeijer), guerrillera internacionalista de las FARC-EP, de hacer parte de su delegación, según un pronunciamiento de la organización rebelde divulgado desde esta ciudad.
La segunda fase del proceso de paz quedó instalada el 18 de octubre en la capital de Noruega, país que junto a Cuba es garante del proceso, en tanto Venezuela y Chile son los países acompañantes.
Ambas partes se pronunciaron ese día por seguir el cumplimiento de lo acordado para que las conversaciones fluyan según lo previsto.
En Oslo convinieron en que el 5 de noviembre se reunirían en Cuba para precisar detalles logísticos con miras al inicio del diálogo el 15.
El 24 de octubre las FARC-EP destacaron las garantías y acompañamiento plenos de los representantes de Noruega, Cuba, Venezuela y Chile en su itinerario para instalar la Mesa de Diálogos de Paz con el Gobierno.
El 2 de noviembre la guerrilla ratificó los puntos acordados para iniciar el proceso de paz, ante rumores de la prensa que especulaban sobre una agenda paralela.
Los rebeldes insisten en que se trata de un compromiso mutuo de las partes firmantes del Acuerdo General, pero que «la construcción de la paz es asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la participación de todos, sin distinción».
La reunión del lunes 5 para afinar acciones logísticas fue pospuesta para el martes 6 y se dio a puertas cerradas. La guerrilla y gobierno colombianos perfilaron mecanismos para facilitar el diálogo y la participación popular en el mismo.
Según el comandante guerrillero Iván Márquez, quien encabeza la delegación de las FARC-EP en las conversaciones, las partes construyen en Cuba «algo así como las normas de funcionamiento de la mesa» .
Estamos también abordando un programa de trabajo e intercambiando sobre cómo será la contribución de los diferentes sectores de la sociedad colombiana al proceso para que lleguen sus criterios, explicó durante una conferencia en la sede de la agencia Prensa Latina en La Habana.
A la reunión preparatoria asistieron cuatro voceros del gobierno de Juan Manuel Santos y dos de las FARC-EP.
Ese mismo día 6 las FARC-EP manifestaron estar muy esperanzadas en el proceso de paz.
La guerrillera Alexandra, quien hizo su primera alocución pública en La Habana, en la sede de la agencia de noticias Prensa Latina, recalcó que las FARC-EP entienden la paz con pan, con techo, con salud, con justicia social, al referirse a la urgencia de resolver los males que aquejan a Colombia.
Las FARC-EP reiteraron ese día que un alto al fuego en ese país suramericano ayudaría al proceso de búsqueda de la paz.
El comandante guerrillero Ricardo Téllez estimó que el cese de las hostilidades beneficiaría sobre todo a la población civil, la principal víctima de décadas de conflicto armado.
«El gobierno colombiano se niega a hablar de cese del fuego porque cree que da una ventaja estratégica a la guerrilla, cuando el único que sale ganando realmente es el pueblo colombiano, las familias del campo, y los mismos militares, se evitan muertes, mutilados y heridos», apuntó.
El martes 13 ambas partes emitieron un comunicado en el cual anunciaban el aplazamiento del diálogo, que debía comenzar el 15, para el lunes 19.
La decisión se tomó luego de un acuerdo con el fin de «continuar la reunión técnica para ultimar detalles de los mecanismos para la participación ciudadana».
El ministro colombiano del Interior, Fernando Carrillo, afirmó que el aplazamiento de la mesa de diálogo con delegados de las FARC-EP en Cuba obedeció a razones puramente técnicas, tras descartar problemas de fondo.
El jueves 15 el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, rechazó la propuesta de la organización Colombianas y Colombianos por la Paz sobre una tregua navideña con las FARC-EP.
Iván Márquez había asegurado que el Secretariado de la guerrilla está en disposición de estudiar la propuesta de la agrupación humanitaria.
