ROLANDO OCHOA

En una charla amena se convirtió la cita con la música con Rolando Ochoa, organizada por la Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’.

Durante la tertulia el acordeonero hizo remembranza de su infancia, los inicios en la música y su trabajo en la actualidad.

Al preguntarle sobre su época de colegio lo primero que dijo Rolando Ochoa fue: “yo era malo en el colegio, yo nunca fui buen estudiante”.

Contó una interesante anécdota sobre su grado de colegio. “Yo perdí una materia y el profesor me la pasó pero con la condición de que le diera una serenata a su hijas, en la fiesta de cumpleaños, la cual era tres días después del grado, yo le dije, cuente con eso profe, pero después del grado me perdí y no fui. Cuando me lo encontré me dijo que era un hijo de lo que sabemos”, dijo el acordeonero.

Decidió ser músico

Al terminar sus estudios básicos, su padre le preguntó por su futuro, con el fin de apoyarlo en cualquier carrera que Rolando quisiera estudiar, pero ‘8A’ como lo bautizó Silvestre Dangond, sin pensarlo dos veces le dijo a su padre, “yo voy a ser músico”.

“Cuando yo le dije a mi papá que quería ser músico el me dijo ‘aja y qué vas a hacer’, yo no tenía nada pensado así que le dije voy a buscar a ver que sale y las cosas se fueron dando”, contó Rolando Ochoa.

Un día Emilio Oviedo llegó a su casa a preguntarle al maestro Calixto Ochoa por su hijo César, para que fuera acordeonero de Diomedes Dionisio, pero éste no quiso. Rolando estaba ensayando y Oviedo escuchó sus notas y preguntó quién era.

Al preguntarle al joven si se le media al reto, sin pensarlo dijo que sí, y ahí comenzó a grabar profesionalmente.

“Con Dionisio fueron mis inicios, cuando me fui a firmar contrato en Discos Fuentes, primero le pedí consejo a mi papá y me dijo, mínimo un millón de pesos y máximo por dos años. Cuando llegué me dijeron, son tres millones y por dentro decía, mi papá me dijo uno y son tres, ahí voy bien; así que firmé y llamé a mi hermano y le conté y me pidió hasta comisión porque eso era para él”, contó entre risas Rolando.

Los Díaz y Rolando

Los hijos de Diomedes Díaz han sido importantes en la carrera profesional de Rolando Ochoa. Primero con Diomedes Dionisio, con quien compartió hasta varios días de secuestro.

“Estuve con Dionisio y Rafael Santos y ambas uniones se acabaron por discusiones en un viaje a Estados Unidos, con el único que no peleé fue con Martín, con quien sigo teniendo una linda amistad y la separación nuestra fue de mutuo acuerdo por el llamado de Silvestre, pero con todos tengo una buena relación hoy en día”, aseveró.

Rolando y Silvestre

No sólo por el nivel superior que en la actualidad tiene Silvestre Dangond, Rolando siente que evolucionó con la nueva unión.

“Descubrí cosas que no sabía que podía hacer, como organizar mis pases, yo improvisaba casi todo el tiempo, pero con Silvestre hacemos pases nuevos planeándolos dentro de la presentación para un mejor acople del grupo. Puedo tocar varios estilos y estoy innovando. He aprendido a valorar la riqueza de los compositores tradicionales, porque a Silvestre le gusta la calidad en las letras”, agregó ‘8A’.

por VANGUARDIA