La Habana, 4 feb (PL) Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) aseguraron hoy que las conversaciones de paz con el Gobierno prosiguen de modo normal y «nadie se ha puesto de pie o amenazado formalmente con retirarse».
En un comunicado del Estado Mayor Central leído por el miembro de las FARC-EP Marco León Calarcá en esta capital, la insurgencia aseveró que, por el contrario, ambas partes trabajan en busca de puntos de aproximación sobre el tema agrario.
«Lo que algunas cadenas radiales y otros medios de comunicación califican como la primera gran crisis de los actuales diálogos entre gobierno y FARC, no pasa de ser otra de esas creaciones virtuales de los medios de comunicación a fin de crear falsedades inexistentes en la realidad», aseguró.
De acuerdo con la guerrilla, los hechos de guerra que sacuden el país y afectan personas e intereses de las dos partes involucradas en la confrontación son los avatares del conflicto que se procura solucionar en la Mesa.
«Pretender destruir la vía de la paz apelando a ellos es una verdadera locura», sentenció, y llamó a «aquellos que se califican a sí mismos como patriotas y bienhechores del país» a promocionar de modo franco y positivo el fortalecimiento del camino del diálogo.
En los últimos días, las FARC-EP y el Ejecutivo de esa nación suramericana expresaron en público sus diferencias y se lanzaron acusaciones, que generan cierta preocupación en sectores deseosos de la terminación de décadas de enfrentamiento.
El Gobierno atribuye a la guerrilla el secuestro de policías, mientras que la insurgencia advierte que se trata de personas capturadas en combate.
Las FARC-EP consideraron toda vida humana sagrada, incluida la de los policías y soldados de Colombia, «pero si estos llevan décadas triturando compatriotas sin piedad, cabe pensar también en el valor de la vida de sus víctimas», sostuvo el texto divulgado este lunes.
«Todo el poder armado del Estado e incluso poderes criminales paralelos a su servicio (…) apoyados por la inteligencia y la tecnología de Estados Unidos, se dedica las 24 horas del día a localizar y matar colombianos en pie de lucha. Mal puede pensarse que resultan intocables. Hay una guerra», señaló.
La víspera, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció que el Ministerio de Defensa tenía instrucciones para coordinar con el Comité de la Cruz Roja Internacional la liberación de los dos policías capturados por la guerrilla el 25 de enero.
Las FARC-EP manifestaron el sábado su intención de liberar a los uniformados Cristian Yate y Víctor González, «quienes se encontraban en labores de inteligencia encaminadas a golpear nuestras unidades guerrilleras», según un comunicado.
