002_mg_7130_1352169280Caracas, 04 Feb. AVN.- «Mi espíritu y corazón están con ustedes en este día de la dignidad nacional», expresó el presidente de la República, Hugo Chávez, en el mensaje enviado este lunes al pueblo venezolano con motivo de la conmemoración de los 21 años de la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992

«Compañeros y compañeras, al conmemorarse el vigésimo primer aniversario de la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992 quiero dirigir este mensaje fervorosamente bolivariano y revolucionario al pueblo y a la Fuerza Armada como un todo indivisible», dice la carta.

La misiva fue leída por el vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro, en cadena nacional de radio y televisión, desde el acto que se realiza en las cercanías del Palacio de Miraflores, al frente de la Iglesia de Pagüita, en el centro de Caracas, en homenaje al Día de la Dignidad Nacional.

«Cuanto lamento estar ausente físicamente del territorio patrio por primera vez en esta luminosa fecha de parto, pero así lo exige esta batalla que estoy dando por la plena recuperación aquí en la Cuba revolucionaria y hermana. Sin embargo, mi espíritu y corazón están entre ustedes en este día de la dignidad nacional», recalcó Chávez.

El Mandatario Nacional enfatizó la importancia que tiene la fecha histórica, protagonizada por soldados patriotas: «Hay fechas en las que todo el caudal de la historia se rebela y marca el rumbo de nuevo de los pueblos. Hay fechas que signan y despejan, que se convierten en compromiso y señalamiento de un destino que tiene que acontecer para calibrar el pasado y ver con más claridad el horizonte libertario. Así fue el 4 de febrero de 1992».

Recordó que durante aquel día de febrero, «quedaron reivindicadas todas las luchas de nuestro pueblo. En aquella memorable jornada, nuestros libertadoras y nuestros libertadores volvieron por todos los caminos, Bolívar entró en batalla por ahora y para siempre».

Chávez rememoró que los soldados de la Patria, bajo el ideal de Robinson y Zamora, salieron a «jugarnos la vida por la Patria y por el pueblo».

En esa madrugada rebelde, el objetivo estaba muy claro: «Quienes estábamos en filas militares no queríamos seguir cargando la ignominia de ser la guardia pretoriana de una clase política tan opresora y corrupta como criminal. Nunca más nos iban a utilizar para ahogar en sangre, el justo clamor popular», escribió el líder de la Revolución Bolivariana.