El fútbol de Colombia continúa siendo alegre, vistoso, enamorador y cada vez más ilusiona a un pueblo que con ansias anhela que la tricolor regrese a un mundial. El camino hacia Brasil 2014 cada vez está más cerca, la luz de clasificación sigue alumbrando con firmeza y el buen momento de cada uno de los jugadores presagia que cosas interesantes están por llegar.
Ayer Colombia volvió a dar una muestra de contundencia, de fútbol exquisito y superó ampliamente a un rival, que poco lo exigió. El conjunto nacional derrotó 5-0 a la Selección Bolivia, acumulando así su cuarta victoria consecutiva en la Eliminatoria Suramericana y llegando a 19 puntos que lo ubican en la segunda casilla de la tabla de posiciones. El estadio Metropolitano vibró con cada una de los cinco tantos, la afición colombiana no dejó de apoyar ni un segundo a su Selección, que le volvió a regalar un gran triunfo.
Macnelly Torres, Carlos Valdés, Teófilo Gutiérrez, Falcao García y Pablo Armero fueron los encargados de prender la fiesta en el Metropolitano, que estalló en emoción cada vez que el balón perforaba la red de la escuadra boliviana.
Como se anunció en la antesala del partido, Colombia no entró a la cancha relajada, poco a poco fue labrando el camino para cosechar la victoria. Desde la raya José Pékerman no perdió detalle alguno, la concentración la mantuvo durante los 90 minutos y realizó los cambios en los momentos indicados.
Los primeros cinco minutos fueron de estudio, Bolivia manejó la pelota en la mitad de la cancha, pero sin generar el mínimo peligro, solo dos remates aislados que fueron bien controlados. Colombia se acopló en la cancha y encontró en los laterales el arma principal para hacerle daño a los del altiplano. Juan Guillermo Cuadrado y Juan Camilo Zúñiga explotaron su agilidad por las bandas y así le causaron estragos a la zaga visitante.
Cuadrado fue el más desequilibrante, su picardía sigue siendo vital para Colombia, sus desbordes son fulminantes y prácticamente se convierte en un atacante más. Los dos goles anulados a Colombia (a los 6 y 10 minutos) eran una muestra de la contundencia que tenía Colombia para atacar.
Colombia supo distribuir la pelota por los diferentes sectores del terreno de juego y así fue metiendo contra la pared a una débil Bolivia, que no pudo salirse de las cuerdas. En el medio campo la tricolor encontró un conductor de lujo, Macnelly Torres manejó los tiempos del partidos a su antojo y con pases milimétricos originaba las mejores opciones de gol.
El primer grito de gol se produjo a los 20 minutos. Cuadrado cerca del área recibió un pase de Falcao, se perfiló y cruzó la pelota al corazón del área, en donde apareció con efectividad el barranquillero Macnelly Torres, quien con colocación mandó el balón al fondo de la red.
Después del tanto, el equipo de Pékerman continuó con el pie en el acelerador, en los cambios de frente Colombia encontró otra herramienta para hacerle daño al conjunto de Xavier Azkargorta. A cinco minutos de finalizar la primera etapa, la selección nacional pudo aumentar la cuenta, pero Falcao no estuvo fino a la hora de definir después de quedar mano a mano con el portero Carlos Arias.
En la etapa complementaria Colombia fue una tromba. La primera jugada de riesgo, que se produjo cuando el cronómetro marcaba tan solo 45 segundos, fue una señal de que cosas buenas estaban por llegar. En los tres primeros minutos Colombia generó dos opciones claras de gol, en los botines de Teófilo Gutiérrez que fueron bien controladas por el arquero boliviano Sergio Galarza (reemplazó a Arias).
Después de esta acción James Rodríguez cobró un tiro libre por el costado izquierdo, en el área Abel Aguilar conectó un cabezazo que fue despejado a medias por Ronald García, el rebote lo tomó Carlos Valdés, quien solo tuvo que meter la pierna para volver a inflar la red boliviana.
El 2-0 le puso la lápida a los bolivianos, que poco o nada hicieron para contrarrestar las embestidas de Colombia. Macnelly seguía siendo el socio ideal de todos en la cancha, con sus efectivos pases puso a vivir a los delanteros. A los 17 minutos Macnelly sacó de sus botines un pase milimétrico para Teófilo, quien definió a la salida del portero y así Colombia celebró el tercero.
Colombia ganaba con comodidad y sin afanes. Pero en el frente de ataque aún había un tigre que no saciaba su hambre de gol. Falcao García no había podido concretar las opciones que le habían quedado, sin embargo continuaba buscando su gol.
Pékerman mandó a la cancha a Pablo Armero, Fredy Guarín y Aldo Leao Ramírez, cuando faltaban 15 minutos para finalizar el compromiso. El fútbol de Colombia no cambió en nada, por el contrario, seguía ganando en profundidad, así que no era descabellado pensar que más goles estaban por llegar.
Efectivamente así ocurrió, a los 41 Aldo Leao Ramírez le filtró un pase a Pablo Armero, quien ganó la línea de fondo, cruzó la pelota y adivinen quien apareció. Sí, el Tigre Falcao para aplacar su hambre de gol y darle a Colombia el cuarto tanto. Las fiesta en las tribunas no paraba, todos gozaban con el buen fútbol que desplegaba Colombia, pero aún faltaba más.
En el tiempo de adición, apareció la alegría de Pablo Armero, quien convirtió un lindo tanto. Armero lanzó la pelota por encima de la humanidad del arquero boliviano y así selló el triunfo de Colombia.
El lateral celebró su tanto con su tradicional baile y puso a mover las caderas de todos en el estadio.
Colombia ganó con autoridad y buen fútbol. No cabe duda que el técnico José Pékerman sigue utilizando bien sus fichas, a pesar de la presión en cierto sector del país, por eso le da continuidad al once que mejor resultado le ha dado durante la Eliminatoria. ¡Buena esa Colombia, venga y choque esos cinco!
Por Rosember Anaya Ramírez/El Heraldo
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