La Habana, 8 abr (PL) El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) entraron en la tercera semana de receso del diálogo de paz que acoge Cuba, alto marcado por una intensa actividad de las partes.

Además de las evaluaciones y consultas internas en torno a las conversaciones instaladas aquí el pasado 19 de noviembre, tanto la insurgencia como el Ejecutivo han emitido pronunciamientos y comunicados sobre el proceso que se desarrolla a partir de una agenda de seis puntos.

Entre las declaraciones destaca la ratificación por el gobierno y la guerrilla de su compromiso con la búsqueda del fin de un conflicto extendido por más de cinco décadas, con un saldo de miles de muertos y millones de desplazados.

El líder del equipo de las FARC-EP en las pláticas, el comandante Iván Márquez, llamó a construir la paz con justicia social y a «reunir voluntades en ese empeño».

Por su parte, el jefe de la delegación gubernamental, el exvicepresidente Humberto de la Calle, convocó a dejar a un lado las diferencias para priorizar el objetivo de alcanzar la paz añorada por los colombianos.

Las partes criticaron desde sus posiciones a sectores que acusan de sabotear el proceso que tiene como su sede permanente al habanero Palacio de Convenciones, donde Cuba y Noruega cumplen el rol de garantes del acercamiento.

En ese sentido, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, calificó de «propaganda negra» los criterios vertidos por personas que identificó como «enemigos de la paz», entre ellos el expresidente Álvaro Uribe.

Al respecto, las FARC-EP advirtieron sobre «las diatribas incendiarias» de Uribe y de los «disparos con escopeta» del también expresidente Andrés Pastrana contra el proceso.

La mesa de diálogo en La Habana, en medio del receso iniciado el 22 de marzo, generó además titulares por la incorporación a la misma del comandante guerrillero Pablo Catatumbo y la reiteración por Santos del rechazo al cese del fuego bilateral propuesto por los insurgentes.

Durante los últimos días también se informó que las Comisiones de Paz creadas por el Congreso abordaron con expertos de El Salvador y Guatemala experiencias sobre la implementación de acuerdos para poner fin a conflictos armados en esos países.

El diálogo en Cuba debe reanudarse -según las partes- en la segunda mitad del mes en curso, con expectativas de cerrar las discusiones en torno al tema de la tierra, para pasar a la cuestión de la participación política, puntos que junto al narcotráfico y la atención a las víctimas, entre otros, conforman la agenda de la mesa.

Sobre la reanudación de las pláticas, Humberto de la Calle aseguró que las delegaciones gubernamental y de las FARC-EP están cerca de sellar el punto más complejo, el relacionado con el desarrollo agrario integral.

Quiero aclarar que los restantes temas son más cuantitativos y corresponden a una discusión que no genera las tensiones de este, opinó.

Los días del receso mantienen además la polémica por los intentos de vincular las conversaciones de paz con el escenario electoral colombiano de cara a las presidenciales de 2014.

Para Iván Márquez, «no se puede forzar la conclusión de una obra extraordinaria que demanda tiempo para su construcción», sobre lo que expresó: «No nos endosen, por favor, las angustias de los tiempos electorales».

Voceros de las FARC-EP han insistido en su compromiso con las conversaciones de paz, pero también han pedido separarla del ambiente electoral.