Eduardo Dangond CastroEduardo Dangond Castro
El éxito del festival vallenato es irrefutable y los resultados en términos económicos inconmensurables.
Valledupar se convierte en esta  época en un destino de festividad de proporciones incalculables como una de las mejores fiestas de Colombia. El desfile es   Interminable de artistas internacionales y nacionales como de políticos desde el presidente de la república hasta  el mas pequeño aspirante a concejal del municipio mas alejado.
La organización ha sido impecable, pero persiste el problema de mayor significado en el concurso de selección del rey vallenato. LOS JURADOS son designados sin ningún criterio . La mayoria adolece de ninguna clase de conocimiento minimos de música. La mayoría son designados mas por su dedicación a la parranda que a su vocación por la música. Otro tanto ingresan al mundo de las personalidades que no distinguen una puya de un merengue ni menos aun , comprenden la diferencia entre un paseo y un son. El pentagrama musical de las notas y los diapasones son palabras que causan asombro en sus mentes. Pero, sin embargo, aceptan sus cargos con el único propósito de aparecer en primera plana de la televisión e ingresar al mundo del espectáculo vallenato como personalidades. Existe un reglamento al cual se someten los concursantes con unas reglas claras;pero, el festival no registra un manual mínimo para escoger los jurados del concurso. Esta es la explicación por la cual, resulta que maestros  del  acordeón como Emilianito   Zuleta, Juancho Roys, Israel Romero, y muchos otros de cuya memoria no quiero acordarme.nunca quisieron someterse a tan insólito concurso del templo del Vallenato en el cual quienes definen quienes son sus mejores exponentes son neófitos del tema musical.
La modernización es apremiante sino el avance de festivales similares como el de Francisco el Hombre,desplazaran al primigenio,al mas autentico,al nuestro, al de la famosa de la leyenda Vallenata. Es un imposible moral seguir permitiendo que el único lenguaje musical que entiendan los jurados del concurso sea el burbujeante sonido del chorro del wisky de las botellas que tanto retumban en la mejor fiesta de Colombia.