Washington, 8 may (PL) El cantante y bailarín estadounidense Michael Jackson sufría artritis lumbar y en sus dedos al morir en 2009, reveló hoy un forense de Los Angeles, Estados Unidos.
Christopher Rogers, ayudante médico de la Oficina del Forense del condado de Los Ángeles, hizo la revelación durante el juicio civil de la madre del artista contra una compañía promotora de conciertos.
Según Katherine Jackson, la empresa AEG Live no supervisó la salud del Rey del Pop y permitió que lo atendiera el doctor Conrad Murray, condenado a cuatro años de prisión por la muerte del músico.
En su declaración, Rogers dijo que los rayos X evidenciaron que Jackson, de 50 años de edad al morir, sufría artritis lumbar, una enfermedad degenerativa de las articulaciones que también afectaba a sus dedos.
Un síntoma común de dicha artritis es el dolor asociado con los movimientos, pérdida de flexibilidad y molestias que empeoran en la noche y al despertar, pues el cuerpo permanece inmóvil mucho tiempo.
El forense reiteró que Jackson sufría también una despigmetación de su piel, algo ya sabido, y que se había tatuado de rosa los labios y de negro las cejas, así como lo alto de su frente.
Jackson murió de una intoxicación medicamentosa aguda, sobre todo por propofol, un anestésico de uso exclusivo en hospitales que le suministraba con regularidad su médico personal, Conrad Murray.
