Alejandro DuranEl recordado acordeonero, cantante y compositor Alejandro Durán Díaz.

El día que trasladaban de Montería a Planeta Rica el cuerpo del acordeonero, cantante y compositor Alejandro Durán Díaz, su hermano Nafer y otras personalidades de Valledupar, entre las que se destacaban el cantautor Hernando Marín, Consuelo Araújo Noguera y Jorge Oñate, propusieron llevarse el cadáver del primer Rey Vallenato para sepultarlo en el valle del Cacique Upar, pero sus amigos y familiares en la ‘Ciudad bella y cordial’ no lo permitieron.

La tarde del 17 de noviembre de 1989, una muchedumbre de más de 15 mil personas exclamaba: “Aquí se queda Alejo con nosotros”, en respuesta a la petición de los vallenatos. Y como una muestra de que no lo dejarían llevar la multitud cargó la carroza fúnebre con el cadáver adentro y llevó el ataúd hasta el cementerio Jardines de la Esperanza, donde a un lado de la entrada, Jorge Oñate interpretaba Mi pedazo de acordeón, 039, entre otras canciones del hombre que con su nobleza enalteció la música vallenata.

Casi 24 años después de la muerte de Alejo Durán, un grupo de ilustres ciudadanos y gestores culturales de El Paso, César, reviven la iniciativa de llevarse los restos del maestro a tierras vallenatas, para que reposen eternamente junto a otros juglares de la música de acordeón como Rafael Escalona Martínez, Emiliano Zuleta Baquero y Leandro Díaz, quienes están enterrados en el cementerio central de Valledupar.

El gobernador del César, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, adelanta gestiones para la construcción del Parque Cultural del Vallenato, en el que se edificaría un mausoleo para los juglares que le han dado brillo y prestigio al folclor que identifica al caribe colombiano.

El proyecto reuniría en el monumento funerario a los reyes vallenatos que han sido enterrados lejos de Valledupar, como Alejandro Durán y Elberto ‘El Debe’ López, sepultado en Sincelejo.

Miguel Enrique Manjarrez Milsach, paisano de ‘El Negro’ Durán y uno de los líderes de la iniciativa, considera que para el pueblo vallenato sería un honor que los restos de Alejo Durán sean trasladados a su tierra natal o a Valledupar.

“Consideramos que el maestro debe tener su propio mausoleo, teniendo en cuenta el aporte que le dio el juglar al folclor vallenato y lo que significa para nosotros los cesarences la obra de quien fuera el primer rey de la historia del Festival Vallenato”, indicó Manjarrez.

A finales de julio, Manjarrez Milsach viajó hasta la región del San Jorge y llegó a la casa de otro grande del vallenato residenciado en Planeta Rica, el maestro Enrique Díaz, quien hace tres semanas estuvo hospitalizado en Montería luego de sufrir una leve parálisis facial. El emisario pasero tenía como misión evidenciar el estado de la tumba y consultar la opinión de sus hijos sobre la posibilidad de llevarse los restos de Alejo Durán.

José Tapia Fontalvo, el guacharaquero que acompañó durante 32 años a Alejo Durán en su conjunto, recuerda que en más de una ocasión su compadre manifestó que sus restos fueran enterrados en Planeta Rica, en señal de agradecimiento por la acogida y el amor que le tuvo a esta población. “Por cumplir su voluntad, Alejo debe permanecer aquí”, señaló con algo de nostalgia, pero aclaró que esa es una decisión de la familia.

Por Alfonso Chica Castilla/El Heraldo