Bogotá, 22 ago (PL) La protesta social en Colombia, marcada por un rechazo total a las políticas económicas promovidas por el Gobierno, mantienen su efervescencia con miles de personas que tienen semiparalizado al país de un extremo a otro.

Desde el pasado lunes productores agrícolas salieron a exigir al presidente Juan Manuel Santos y su gabinete frenar la implementación de los Tratados de Libre Comercio que, dicen, están acabando con el campo y la vida del pueblo.

En tan solo tres días de manifestación se han reportado unos 100 detenidos, decenas de heridos y el cierre total de 30 vías en 10 departamentos, mientras efectivos de seguridad intenta despejar a la fuerza los bloqueos.

La víspera se vivió una intensa jornada. En la mañana la policía había reportado el bloqueo de 18 vías pero avanzada la tarde se recrudecieron los enfrentamientos y los cierres de carreteras. Según reportes de prensa, la situación más dramática se vive en Boyacá, Cundinamarca, Antioquia, Nariño, Putumayo y Cauca, entre otros.

Los manifestantes, encabezados por productores de arroz, maíz, algodón, café, leche, entre otros, con el respaldo de los camioneros, mineros médicos, maestros, estudiantes, han afirmado que permanecerán en huelga indefinida todo el tiempo que sea necesario para ser escuchados.

El efecto de la movilización ya comienza a sentirse en varias regiones y en la capital por los altos precios de alimentos como la cebolla, la papa, y las frutas. A este hecho, subraya el periódico El Espectador, se suma que la cosecha de productos como café y arroz podría verse afectada en las próximas semanas.

La Mesa de Interlocución y Acuerdo Nacional reiteró el llamado al Estado para que detenga las violaciones a los derechos humanos. «Se les ha disparado a los manifestantes con balas de fusil, se han retenido buses de forma ilegal, se ha empadronado a comunidades enteras», señaló.

Mientras el paro avanza, varios sectores políticos se pronuncian. El senador del Partido Liberal Guillermo García pidió la renuncia del ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán.

«Estupiñán fue y podrá seguir siendo un buen gerente del Banco Agrario pero para manejar la crisis tan profunda encabezando el ministerio, hoy prácticamente en la mira de millones de Colombia, está en el lugar equivocado», sostuvo.

El ministro del Interior, Fernando Carrillo, ha recalcado que los bloqueos «imposibilitan la movilidad de colombianos y el diálogo con las autoridades. En la medida en que la protesta siga siendo pacífica, habrá diálogo y soluciones de tipo social», dijo.

Carrillo sostuvo una reunión ayer con 24 gobernadores de los resguardos del pueblo indígena de Los Pastos, en la que conformaron una mesa permanente de diálogo y concertación, con el compromiso de poner fin al bloqueo.

«Estamos dispuestos a conversar una vez se produzca el desbloqueo. Nosotros conocemos el pliego nacional, pero la instrucción es que hay diálogo si se dan por terminados los bloqueos. Esa es la regla de juego y se aplica a todo el país», aseguró el titular de la cartera.