colombia_costa_de_marfil-ap_174James Rodríguez tiene una excelente visión de juego y Juan G. Cuadrado le da cambio de ritmo a Colombia.

La Tricolor cuenta con una camada de grandes jugadores, liderada por James Rodríguez, que deleitó con su talento a todos en el Mundial de Brasil. Ahora viene la Copa América de Chile, en 2015, cuando se espera el regreso de Falcao García.
A Colombia le costó mucho tiempo regresar a una Copa del Mundo, pero todo apunta a que volvió para quedarse. Pese a su derrota ante los anfitriones, el equipo de José Pékerman encandiló a propios y extraños, superó sus expectativas más optimistas y se va de Brasil instalado entre la élite, con un prometedor futuro gracias a sus jóvenes talentos.

La nueva cosecha colombiana sepultó los fantasmas de generaciones pasadas que nunca alcanzaron su potencial, dejó sus celebraciones coreográficas como una de las postales del Mundial y cuando pase el trago amargo del partido de cuartos de final en que la derrotaron tanto el empuje del local como los nervios, tendrá infinidad de motivos para sentirse optimista. “Este equipo hizo mucho porque se valore el fútbol de Colombia, por mostrar algunos jugadores talentosos y porque compitió siempre con un espíritu importante”, valoró Pékerman tras la eliminación en una etapa inédita para la selección colombiana.

Colombia en el camino encontró a un crack. El deslumbrante torneo de James Rodríguez, que apenas cumple los 23 años la víspera de la final y se despide goleador del Mundial con seis tantos, hace soñar con un ciclo virtuoso. “Es un jugador excepcional que tiene un talento enorme y que tiene ambiciones”, señaló Pékerman. “Sin duda va a demostrar en los tiempos venideros que puede ser uno de los mejores”.

El promedio de edad de los colombianos invita a creer. Un par de ilustres veteranos como Faryd Mondragón (43 años) y el infatigable capitán Mario Yepes (38) se despedirán del equipo, pero la mayoría del plantel es joven. Aparte de James, se destaca la precocidad del defensa Eder Álvarez Balante, campeón con el River Plate argentino, y Juan Quintero, el desequilibrante enganche del Porto que marcó un gol en la fase de grupos. Ambos tienen apenas 21 años.

Colombia no se va sólo con el goleador, sino también con el armador más efectivo, el escurridizo Juan Guillermo Cuadrado, que dio cuatro asistencias. “Sabemos que día a día nos tenemos que llenar de mucha más confianza y que estamos para grandes cosas”, aseguró Cuadrado tras la eliminación.

El mediocampista de 26 años también fue una grata revelación. Aparte de la experiencia mundialista del plantel, para las próximas grandes citas, como la Copa América de Chile en 2015 y la Copa América Centenario del 2016, Colombia recuperará a su artillero Radamel Falcao, que se encamina a ser el mayor anotador colombiano de la historia pero se perdió el torneo de Brasil por una lesión de rodilla.

Además de su cosecha de futbolistas, el buen ciclo de Colombia también se debe en gran medida al acierto de Pékerman y su experiencia frente a su natal Argentina, a la que dirigió en el Mundial de Alemania 2006.

La continuidad del estratega sería clave. Luis Bedoya, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, ha dicho que el propio Pékerman pidió que el tema de su renovación se discutiera después del Mundial. El cuerpo técnico quiere un contrato más amplio que incluya el proceso con las selecciones juveniles.

Cuando le preguntaron a Pékerman si le sorprendieron las coreográficas celebraciones de sus jugadores con pasos colectivos de salsa, el argentino recordó que está muy vinculado con Colombia, donde incluso nació una de sus hijas.

“Conozco muy bien Colombia porque he vivido muchos años, he jugado futbol en Colombia… es una alegría, pero sincera, es una forma de comunicarse de los muchachos en algo que es un gol, tienen esa energía, me gusta, pero siempre con respeto, es como un abrazo, no debe molestar a nadie”.

Que siga el director de la orquesta para que siga sonando la música.

AP