
Bogotá, 16 dic (PL) Expertos colombianos rescataron una pintura mural del siglo XVII, creada por un autor desconocido, el cual legó para la posteridad la obra de grandes dimensiones dentro de la parroquia San Antonio de Padua, considerada hoy reliquia patrimonial.
Con 4,66 metros de ancho y 7,62 de alto, la expresión pictórica ubicada en la región del Caribe, fue realizada con la antigua técnica de temple, consistente en la mezcla de pigmentos con clara de huevo.
La rehabilitación del vestigio artístico, que tardó dos meses, costó cerca de 76 millones de pesos, unos 30 mil dólares, reseñó el diario El Universal.
Según conocedores, fue preciso un minucioso trabajo para dejar al descubierto el dibujo de motivos eminentemente religiosos sin dañarlo, luego de retirar las capas que lo cubrieron en el transcurso de varias centurias.
Ese mural debió ser realizado entre los años 1610 -cuando se construyó el templo- y 1744, estiman estudiosos.
Tal pintura permite inferir que la parroquia del municipio Soledad fue un templo de doctrineros, donde los sacerdotes de la orden Dominico evangelizaban a los indígenas, y a falta de comunicación oral por la diferencia de lenguaje, las imágenes del mural facilitaban ese proceso de cristianización, opinó Andrea Strauch, al frente de los trabajos de restauración.
Se trata -dijo- de una pieza que posibilita identificar detalles estéticos, iconográficos, históricos, pictográficos y sociológicos de la municipalidad perteneciente actualmente al departamento del Atlántico, aunque en aquel entonces formaba parte del partido Tierra Adentro.
El mural constituye el único ejemplar de su tipo dentro de la región, por lo que el ministerio de cultura iniciará una reparación del templo para proteger esa joya, la cual pudiera peligrar debido a filtraciones por la cubierta, adelantó Eugenia Cerpa, funcionaria de la Dirección de Patrimonio, citada por El Universal.
