La pérdida de un ser querido puede provocar depresiones severas y profundas. Por: Shutterstock
Ha pasado un poco más de un año, cuando recibí la fatal noticia. A mi compañero de vida, con quien había compartido gran parte de mi historia, le había sido arrebatada su existencia de un par de disparos, propinados por dos sicarios. Hoy lo recuerdo todo como si fuera ayer. El momento en que me despedí de él y el llamado a los minutos para contarme la tragedia. Confieso que no ha sido fácil superar esta perdida”, cuenta María Leonarda Álvarez, ingeniera química y viuda de 35 años.
Pérdidas tan duras como la que ha sufrido María Leonarda son muy difíciles de superar, según expertos como la psiquiatra barranquillera Consuelo Zarco, que afirma que “un duelo se sobrelleva, pero es casi imposible superarlo. Por su parte siempre existirá el recuerdo; este es un factor que ayuda a que el duelo sea llevado, bien sea positiva o negativamente”.
El estudio
Sin embargo, un estudio realizado durante cuatro años por investigadores de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, afirmó que el dolor producido por una experiencia negativa no tiene un tratamiento conocido de cura.
La investigación publicada el pasado diciembre se basó en el síndrome de cardiomiopatía de Takotsubo, más conocido como ‘síndrome del corazón roto’, estudiado en 1990 por un grupo de cardiólogos japoneses; y en el análisis de 260 individuos que manifestaron la pérdida un ser querido y haber tenido una ruptura sentimental.
Los investigadores encontraron que el 70% de las personas que fueron sometidas al estudio presentaron alteraciones continuas en sus corazones, además de cuadros de depresión severa.
Para Sandra Leventhal, psicóloga con enfoque positivo, el hallazgo realizado por el grupo de investigadores escocés tiene “mucha lógica”, la profesional dice que “los seres humanos tenemos un mecanismo que nos permite manejar situaciones de amenaza. En el caso del dolor, la mente empieza a producir una hormona llamada cortisol, que viene siendo la hormona del estrés, la aparición de esta genera inflamación en las células, lo que provoca que la circulación sanguínea no sea tan efectiva”.
De acuerdo con esto, se encuentra el cardiólogo barranquillero, Rodolfo Vega Llamas, quien anota que “las depresiones pueden ser un signo alarmante de los problemas cardiacos, puesto que muchos de estos están asociados al estrés y está demostrado clínicamente que de por sí, el estrés es un factor de riesgo coronario”.
El dolor en el tiempo
Para María Leonarda la vida sin su pareja ya no es igual. “El dolor persiste porque mi compañero significó mucho para mí, pero he aprendido a sobrevivir con esa ausencia, gracias a un apoyo médico al que he recurrido para restablecer mi parte emocional”, afirma la mujer.
Para la psiquiatra Zarco, “las terapias farmacológicas son necesarias cuando los duelos son provocados por la pérdida de seres muy cercanos y estas pueden durar de 3 a 4 años; sin embargo, hay casos de personas que no tienen la capacidad de resiliencia –poder para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas– y deben continuar con el consumo continuo de antidepresivos para prevenir crisis”.
Por su parte, Betsy Martínez, abogada experta en tratamiento de víctimas del conflicto armado de la Fundación Sé Valiente, opina que “la persona que padece de algún trauma negativo se encuentra ante un riesgo psicosocial que influye directamente en su productividad personal, ya que su integridad física se ve comprometida por las fuertes emociones”.
No obstante, Leventhal concluye que “el duelo es una situación que se debe vivir en todas las etapas, porque todo el mundo tiene la capacidad de seguir adelante, claro está, con la ayuda de una resiliencia firme, el apoyo familiar y un arraigo espiritual que genere esperanza”.
Recomendaciones
La psicóloga con enfoque positivo Sandra Leventhal aconseja a las personas que pasan por situaciones emocionales negativas realizar las siguientes actividades:
Meditar. Encontrar estados de relación por medio de la meditación es adecuado para sentir paz. La práctica de yoga es recomendable.
Escuchar música. Sonidos relajantes y naturales sirven para hallar la tranquilidad deseada. Escuchar música de ambiente puede ayudar a calmar.
Retiros espirituales. Encontrarse con un ser supremo brinda esperanza y al tiempo, genera endorfinas en la mente.
Desahogarse. Contar aquello que perturba y entristece puede solventar el peso de la pena y el dolor interno.
POR: MARÍA T. GUTIÉRREZ COLL/EL HERALDO
