shutterstock_215542081POR: PIERINA CAÑAS ROJANO

Las plataformas de interacción social son un vehículo para el análisis de los comportamientos de personas que tienen acceso a este tipo de herramientas de comunicación en todo el mundo.

Las redes sociales se constituyen hoy en un canal primario de comunicación entre los seres humanos.

Más allá de estas plataformas sociales existe un adelantado mundo tecnológico que si bien ha logrado acortar las distancias grandes, también ha provocado, de acuerdo al profesor de la Facultad de Comunicación y Medios Digitales de la Universidad de la Costa Juan José Trillos, “la pérdida de la facultad de los seres humanos para relacionarse de persona a persona”. No obstante ha fortalecido la “habilidad para relacionarse con la máquina”, manifiesta Trillos.

En esta misma línea, el profesor de Ingeniería Electrónica de la Universidad del Norte, César Viloria, manifiesta que “aunque las redes son un factor determinante en la comunicación de hoy, no representan el futuro del proceso de manera radical”.

Recolección de información. Como humanos tenemos la necesidad de justificar todo lo que se encuentra a nuestro alrededor, bien sea en torno de cosas, personas, ambientes generados por las costumbres, el imaginario y ante todo por nuestra forma de comunicarnos. Lo anterior de conformidad con lo expuesto en el libro del profesor Trillos La facultad predictiva del lenguaje.

Es en este punto, donde nace la dualidad entre lo que nos depara el futuro y las formas tradicionales que aún subsisten pese a fenómenos como la globalización y la llamada era tecnológica con un agregado capitalista que lo monetiza.

El mundo digital ha dado un vuelco en nuestras maneras de interactuar con el otro y aunque no es del todo malo, si pone sobre la cuerda floja la esencia del contacto, dando lugar a lo que Trillos llama “deficiencia humanística” y que se justifica en su próximo libro Autista social tecnológico.

En este sentido las redes sociales como manifestación de la comunicación digital albergan información de cada ser humano, que conocen las reacciones y pensamientos de los mismos mucho antes que el mundo sepa de ellos. Es aquí, cuando estas plataformas sociales empiezan a intervenir en el proceso de conocimiento de la naturaleza humana, teniendo en cuenta los comportamientos y la relación de las distintas sociedades.

Por ejemplo,“Twitter es una plataforma global que pese a funcionar igual en todo el mundo no se usa de la misma manera: hay distintos patrones de tuiteo. Así que es una lente muy interesante, una ventana a través de la que es posible estudiar cómo varían las distintas culturas”. Así lo ha explicado  Deb Roy, director del Laboratorio de Máquinas Sociales, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y responsable científico de datos de Twitter.

Este experto se dedica a tratar de entender las millones de conversaciones que se dan a diario en Twitter y el impacto que tienen las mismas en sociedad.

Además, para el profesor Trillos se pueden estudiar las conductas que surgen a partir de la necesidad de estar incluidos o hacer parte de estas redes. “El objeto de estudio surge a partir de los síndromes que nacen con el uso desmesurado de las tecnologías, por ejemplo la nomofobia”, manifiesta el profesor.

Las manifestaciones representativas de los seres humanos al principio de acción-reacción se convierten en “una manera desesperada de buscar reconocimiento e inclusión social”, dice Trillos.

En esencia, el profesor Viloria afirma que “las redes sociales son un medio para que las personas puedan expresarse y alzar su voz”, al tiempo que considera que, “la variabilidad de sentimientos que se expresan en las redes son un insumo importante para el comportamiento humano. Sin embargo no se puede generalizar teniendo en cuenta que millones de personas están excluidas de estas plataformas”, afirma Viloria.

El futuro de la comunicación. No solo Twitter plantea una posibilidad de analizar y comprender el comportamiento humano a través del estímulo y la respuesta.

Evidentemente, con la llegada de la globalización y las nuevas tecnologías se ha reflexionado sobre el futuro de la comunicación de los seres humanos y recientemente Mark Zuckerberg, creador de la red social Facebook, compartió algunas ideas sobre la manera en que nos comunicaremos en unos años.

Según Zuckerberg, llegará el día en que seremos capaces de compartir nuestros “pensamientos ricos y completos y, compartir la emoción que surge con ellos también”, se refiere a un tipo de ‘telepatía digital’, lo que en definitiva sería para este joven, la forma de comunicación definitiva.

Para el creador de Facebook la realidad virtual es una especie de paso evolutivo en los métodos de comunicación. Vivir experiencias a partir de esta idea finalizaría nuestro proceso evolutivo. Pero el neuro-científico colombiano Rodolfo Llinás dice que “la historia de la sociedad está basada en el hecho de que la mente no se puede leer. Si pudiera hacerse, no habría telefonía, negocios ni asesinatos. La telepatía haría imposible el contrato social”.

Sin embargo, el científico ha plasmado en su obra El Cerebro y el Mito del Yo, el adelanto de algunos experimentos que han arrojado la existencia de partículas más pequeñas que las de la escala ‘nano’, que podrían adelantar el proceso de comunicación y llevarla a no necesitar vehículos o canales para materializarla.

Información y comportamiento. El acceso a grandes bases de datos ha cambiado nuestra manera de observar la sociedad.

Para el profesor Esteban Moro del departamento de Matemáticas de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), en España “ahora se pueden estudiar los movimientos o las interacciones sociales de millones de personas o de una ciudad entera” y “los principales problemas que se estudian están relacionados con el tema social”, dijo el profesor.

En esencia, las casi 100 redes sociales existentes y aplicaciones tecnológicas definen un tipo de comunicación que al parecer prevalecerá por los siglos de los siglos.

Aunque no todos tienen acceso a ellas, estas suponen un análisis de los comportamientos del hombre en sociedad que puede permitir posteriormente la utilización de herramientas que generen cambio social y desarrollo, en la medida que se les dé un buen uso.

La divulgación de pensamientos en situaciones determinadas, son una alerta de comportamiento de los individuos en sociedad.

Nomofobia

El miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término, que es una abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”, fue acuñado durante un estudio realizado por la Oficina de Correos del Reino Unido encargado al instituto demoscópico YouGov para determinar el porcentaje de personas que padecen esta fobia, producto de la importancia de las tecnologías y celulares que a su vez, hacen parte del proceso globalizador. El estudio reveló que casi el 53% de los usuarios encuestados con teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando pierden su teléfono o se les agota la batería.