Fotografía, sin fechar, de un asteroide tomada por la sonda espacial Dawn- NASA.
El Observatorio de Arecibo de Puerto Rico anunció ayer que captó las primeras imágenes detalladas del asteroide 2011 UW158, que demostró tener una morfología muy particular y girar a gran velocidad sobre sí mismo, algo que ha intrigado a los científicos.
Las imágenes fueron obtenidas por científicos de este observatorio puertorriqueño -que cuenta con el radiotelescopio de un sólo plato más grande y sensitivo del mundo- el martes, 14 de julio, cuando el asteroide pasó a 6,9 millones de kilómetros de la Tierra, lo que equivale a nueve veces la distancia a la Luna.
“Muchos de los asteroides observados hasta el momento aparentan ser numerosas piedras pequeñas unidas débilmente por la gravedad”, explicó hoy el Observatorio en un comunicado; “sin embargo, el Asteroide 2011 UW158 tenía una forma extraña, como la de una nuez sin cáscara con un diámetro de 300 por 600 metros, casi el doble del tamaño del reflector del radiotelescopio de este observatorio”, apuntó el documento oficial.
Además, lo científicos que allí trabajan pudieron confirmar que el asteroide rota rápidamente, una vez cada 37 minutos, lo cual es acorde con observaciones ópticas previas.
“Mientras muchos observan el paso histórico de la astronave New Horizons por el planeta enano Plutón, nosotros observábamos este objeto, más pequeño y más cercano, que pasaba por la Tierra”, explicó Patrick Taylor, científico del Departamento de Estudios Planetarios y líder de estas observaciones.
“Su tamaño, forma y rotación sugiere que hay algo más que la gravedad que mantiene unido este objeto o sino el asteroide se rompería debido a su giro tan rápido”, dijo el científico Taylor.
Una de las hipótesis que manejan los expertos es que existe la posibilidad de que el asteroide sea un sólo cuerpo sólido, en lugar de muchas pequeñas rocas unidas por la gravedad, algo que ha despistado a los investigadores, ya que hasta el momento sólo otros dos asteroides, de este tamaño y con esta rotación, han sido observados.
“Nosotros hubiésemos esperado que algo así de grande se hubiere destrozado en pequeños pedazos por las colisiones con otros asteroides a lo largo del tiempo del Sistema Solar. Es interesante que algo tan grande y aparentemente sólido todavía exista”, apuntó Taylor, vocero de la entidad de ciencias. Efe
