21vgale01b005_big_ceValledupar será sede del quinto Encuentro Mundial de Músicas de Acordeón que tendrá además un intercambio de saberes en la Academia del ‘Turco’ Gil

 Para el quinto Encuentro Mundial de Músicas de Acordeón, a realizarse en Valledupar del 19 al 22 de junio de este año, ya se conocen los primeros reportes de los ejecutores interesados en venir a este territorio.

Se trata de un grupo de por lo menos veinte ejecutantes uruguayos, quienes quieren tener la experiencia de pisar el suelo donde se cultiva un género que se ha convertido en la identidad de Colombia.

El traslado de estos músicos será financiado en parte por el Fondo Nacional de Música de su país, y quienes traerán un repertorio de temas de autores uruguayos, para acordeón, y de Luis Alberto Pérez Benavides, un interiorano residenciado en Valledupar hace varios años.
Pérez Benavides se dedica a fabricar, reparar y reconstruir todo tipo de objetos en pasta, plástico y fibra de vidrio; un día cualquiera estuvo escudriñando la estructura de los acordeones hasta que decidió introducirle algunas innovaciones a su trabajo y es así como terminó de darle forma de acordeón a una CPU.
Pese a que no es de esta región, con ese gesto de plasmar la forma del acordeón en fibra de vidrio, acrílico y acero inoxidable en sus creaciones, le tributa un homenaje a la cultura parroquial, y más ahora cuando apoya el traslado de los acordeoneros uruguayos.
El Mundial de Acordeones abre espacios para las artes plásticas y artesanales, además de las escénicas como la danza, el teatro y la música, siempre y cuando todas ellas tengan al acordeón como elemento protagónico.
Dentro de la programación, los organizadores están en la estructura de un encuentro de saberes, en la que la Fundación Reyes y Juglares Vallenatos, intercambiará conocimientos con los visitantes en la sede de la Academia de Música Vallenata del Turco Gil.
En este episodio se encontrarán figuras de la talla de la maestra Gisela Pinato y la profesora Analía Etchart, uruguayas ambas, quienes hablarán de sus experiencias en el área de la formación docente.
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William Rosado Rincones/VANGUARDIA