rosendo150A PROPOSITO DEL EDITORIAL: EL CESAR QUE POBREZA EN CULTURA AMBIENTAL Y ECOLOGICA

Por Rosendo Romero Ospino

Acabaron con el paisaje de los poetas.

El hermosa valle del cacique upar es una extensión de tierra plana bañada por varios ríos entre ellos el rio cesar que nace en la cabecera de Guañacanal  según el poeta de la Peña Guajira, Walter Mendoza Martínez  quien se dio el trabajo de ir hasta su nacedero dice: como todos los nacimientos es un arroyito bebe  pero le cae el rio llamado: El Barcino. Que si es un rio adulto y convirtió al rio cesar en fuente de inspiración de Marin, Roberto Calderón y todos los poetas de san Juan. Del rio Cesar toma el departamento del Cesar su nombre. Y San Juan del césar guajira es san Juan del césar no por el mencionado departamento; si no por el rio cesar.

El valle del cacique upar lo conforman las cordilleras de la sierra madre oriental,  por eso yo digo que el vallenato es Caribe andino, nadie habla de los acordeonistas de la sierra montaña, ni de los acordeonistas de la sierra negra. Que fueron muchos, la sierra madre oriental es  conocida aquí como serranía del perijá y la otra cordillera es la sierra nevada de Santa Marta, estas dos cordilleras Vallenatas se dan un abrazo en Hato nuevo, tierra del poeta ciego de la canción Leandro Díaz (ver mapa colombiano). Geográficamente el valle del cacique upar, se extiende más hacia el norte de la guajira  que hacia el sur del cesar. Todos los pueblos que están encerrados en estas dos cordilleras pertenecen al valle del caique upar. Son Vallenatos, me refiero a: Hato nuevo, Barrancas, Fonseca, Distracción, San Juan, La junta, Patillal, El molino, Villanueva, Urumita, La Jagua, El plan Manaure, La paz, San diego, Casacará,  Becerril, Valledupar, Atanque, Valencia, Badillo, Guacoche,  Aguas blancas,  Mariangola y todos los corregimientos.  Aunque parezca extraño hay indígenas wayuu que son ciento por ciento vallenatos me refiero  a los resguardos que están por los alrededores de Fonseca y distracción.

“El sueño Vallenato” consiste en creer que el valle es nada mas la ciudad de Valledupar y que la música nació en esta ciudad. “el sueño Guajiro” consiste en creer que si el acordeón  entró por La Guajira la música es originaria de La Guajira. Los viejos dicen que esta música nació en el Magdalena grande cuando el cesar no existía como departamento y la Guajira quizás ya era atendencia de todas maneras lo que hoy son tres departamentos ante era uno solo y se llamaba así el magdalena grande. Los historiadores colocan  inicios de esta música en lo precolombino y en los cruces de razas en la conquista, colonización, independencia. Lo único cierto es que estamos unidos geográficamente, históricamente, socialmente y económicamente. Desde Fonseca para acá todos los pueblos mercan en Valledupar  y en un segundo plano en Maicao, un alto porcentaje de los guajiros vivimos en Valledupar este fenómeno se da siempre con los pueblos limítrofes igual pasa con Rio  de Oro cesar que todos sus movimientos están relacionados con Ocaña Norte de Santander, siendo orgullosamente  cesarences.

El sur de la Guajira mueve fuertemente la economía de Valledupar y aportamos integración social. Valledupar actúa como ciudad cosmopolita de todos los pueblos del Valle. Pero ocurre que la mayoría de los productos que consumimos nos los traen los cachacos (hace poco leí en unos de nuestros diarios que alguien se ocupó de este tema) si los cachacos no vienen hay escases de alimento, es poco lo que se fabrica o se produce  en cultivos masivos en todo el Valle del cacique Upar.

Cuando estuve en Turbo Antioquia cantando mis canciones vi esas extensas plantaciones de plátanos y me pregunte: ¿y nosotros qué? con tantas montañas que tenemos, cuando estuve en Pasca allí si de paseo, hermosa población campesina arriba de Fusagasuga,  allí vi las plantaciones de uchuva, cebollas, cebollín, tomate de árbol, zanahoria, etc.  Y pensé esta es la misma codillera que pasa por el Valle. Y así en Rio Negro Antioquia. Conclusión nosotros somos fuertes en ganadería pero en la agricultura estamos muy regular.

 Solo tuvimos dos bonanzas con cultivos masivos. La primera fue “La bonanza algodonera” una  debacle para el ecosistema se desbrozaron miles de campanos, algarrobillos, caracolíes, cañaguates, guayacanes, macurutu,  cotoprices, ceibas, corazón fino, caranga nitos, puy, carboneros,  araña gatos, piñiqui piñique, Brasil, tunas, mortin y con ellos sus nombres vernáculos etc. Etc. Luego vino la otra bonanza  “La marimbera” ya el daño al ecosistema en el ancho Valle estaba consumado; faltaban las codilleras entonces le cayeron a desmontarlas hasta convertirles en los peladeros que son hoy en día especialmente la serranía del perijá que del lado de Venezuela es montaña virgen y del lado colombiano lo que ya dijimos, de esa forma la tala irresponsable acabo con el paisaje de los poetas. La mayoría de los ríos del perijá no crecen lo que hacen ahora en temporada de invierno es una avalancha y al siguiente día son lagrimas lastimeras entre medio del lecho pedregoso. El daño que causaron estas dos bonanzas ha sido pasado de la manera más indiferente y conformista por parte de nuestros gobernantes. Si los alcaldes de: La jagua de ibirico,  Becerril, San diego, La paz, Manaure, La Jagua del pilar, Urumita , Villanueva, El molino, Fonseca, Barrancas, San Juan, Valledupar, Pueblo Bello. Sembraran cinco mil árboles cada uno tendríamos un total de 70.000 árboles en las dos cordilleras vallenatas. Una gran obra maestra, regia para el futuro de los niños, incluso para el futuro del planeta; ya que estamos hablando de calentamiento global. No está lejos una gran sequia para el valle del cacique upar, no es cuestión de romanticismo del que  “escribe versos” por que la pobreza en cultura ambiental  nos puede poner en aprietos.