YOLAIDAYolaida Padilla Vásquez

 
 Envuelto en la maraña del tiempo
se  acaba un sentimiento
como fumarola sin reversa
que tristemente agitando sus brazos
sin fuerzas diciendo adiós se dispersa.
 
Esperanzas derruidas que hicieron nido
en  un alma ausente
a sabiendas que el ave impasible
 volaría sin retorno
al fácil paraje  del olvido.
 
El  manantial salobre
que adornó con  paciencia
tanto tiempo las orbitas
poco a poco se secó
aunque al recordarte
aun oprime  el pecho
constatar que el oasis
de amor y ternura
dado con tanta nobleza te cercó
y que en las garras de la ingratitud 
cobró fuerzas…
tu desapego  me hizo libre
y hoy al fin  ¡!te digo adiós!!
 
 
Yolaida Padilla Vásquez.   
 
San Diego Julio de 2013